Una joven italiana de 20 años murió ayer en Cala Major después de precipitarse desde un sexto piso de un hotel. La muerte le sobrevino de manera instantánea. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por salvar su vida.

El accidente ocurrió ayer sobre las siete de la mañana en el Hotel Santa Ana de Cala Major, situado en el número 9 de la calle Gavina. Al parecer, Martina Rossi acababa de regresar a su habitación después de una noche de marcha con los amigos.

Varios testigos la vieron en la terraza de su habitación en la sexta planta, desde donde se asomó. De repente, la joven italiana se precipitó al vacío. Martina cayó junto a la entrada del hotel y quedó inerte sobre una gran charco de sangre.

Un dispositivo especial de emergencias se activó a través del 112. Las asistencias sanitarias del Ib-salut se movilizaron a bordo de una UVI móvil hasta el número 9 de la calle Gavina, junto a la playa de Cala Major.

Los facultativos no pudieron hacer nada por salvar la vida de la joven italiana. Martina falleció prácticamente en el acto como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico severo. El personal sanitario solo pudo certificar su defunción.

Asimismo, agentes de la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron hasta el hotel donde se había producido el trágico accidente de la joven italiana. Funcionarios del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía se encargaron de reconstruir cómo fueron los últimos momentos de Martina Rossi.

Los agentes se entrevistaron con numerosos testigos. Todos ellos descartaron que estuviera incurriendo en algún tipo de práctica temeraria en la terraza: el célebre balconing.

Los testigos coincidieron en que la joven italiana acababa de llegar a su habitación. En los instantes previos al accidente, Martina se encontraba sola y se salió a la terraza para tomar el aire, cuando perdió el equilibrio y cayó al vacío.

Otras personas que vieron a Martina coincidieron con esta versión de los hechos en que no había nadie con la joven italiana. Según señalaron, la noche la había pasado con el grupo de amigos y, al apoyarse en la barandilla, se precipitó al vacío.

Un grupo de psicólogos de la Cruz Roja, movilizados a través del 112, asistieron a los amigos de la joven italiana. Todos ellos estaban muy afectados por su trágico fallecimiento.

Numerosos interrogatorios

Tras los numerosos interrogatorios practicados a los acompañantes en el hotel como a los testigos presenciales de los establecimientos situados en las inmediaciones, los investigadores del Grupo de Homicidios descartaron que hubiera indicios de criminalidad.

El titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Palma, de guardia en el momento de producirse los hechos, ordenó el levantamiento del cadáver. La comisión judicial se desplazó hasta el número 9 de la calle Gavina para examinar el cuerpo.

No obstante, los operarios de los servicios funerarios de Palma trasladaron el cadáver de la joven italiana hasta el Instituto Anatómico Forense para que le sea practicada la autopsia y determine con exactitud cuál fue la causa de la muerte.