Tras los sucesivos escándalos por la compra de mascarillas en plena pandemia, el Ministerio de Sanidad ha decidido impulsar un Observatorio contra el Fraude y la Corrupción Sanitaria y elaborar una estrategia destinada a vigilar la contratación, elaborar mapas de riesgo, estudiar los posibles conflictos de intereses y promover cambios legislativos con el fin de evitar que vuelvan a repetirse episodios de enriquecimiento ilícito y corrupción en el ámbito sanitario.

El Ministerio de Sanidad ha publicado este viernes la orden ministerial que constituye el Observatorio contra el Fraude y la Corrupción Sanitaria, el órgano encargado del seguimiento y la propuesta de acciones en esta materia. Estará presidido por la ministra de Sanidad, Mónica García y contará con el personal de varias de las agencias y direcciones que forman parte del Ministerio, por lo que "no supondrá gastos adicionales a los previstos en las dotaciones presupuestarias ni incremento del gasto público", según ha informado Sanidad.

El objetivo del nuevo organismo es diseñar la estrategia de lucha contra el fraude y la corrupción en el ámbito sanitario y el impulso de mecanismos de prevención, de un sistema de alertas y la colaboración con otros organismos y entidades.

La prevención

En concreto, en el ámbito de la prevención, su cometido será proponer a los órganos competentes en el Ministerio las actuaciones que considere oportunas en el ámbito de la contratación; impulsar mejores prácticas en el ámbito de la transparencia; velar por informar al personal del departamento de las comunicaciones que deban realizarse en relación con la estrategia anticorrupción e impulsar la incorporación de cursos específicos sobre la materia en el plan de formación del departamento, según ha informado Sanidad.

En cuanto al sistema de alertas, se va a proponer mejoras en el ámbito de la calidad de los datos; impulsar las herramientas necesarias para la elaboración de mapas de riesgos; proponer la sistematización del seguimiento de los contratos del Ministerio; estudiar los posibles conflictos de intereses y proponer cambios legislativos con el fin de evitarlos; promover el conocimiento de los buzones de información y denuncia del Ministerio; impulsar la creación de sistemas de reconocimiento de las mejores prácticas antifraude en el ámbito de la Sanidad; y proponer acciones a la Inspección de Servicios del Departamento.

La colaboración

Por último, impulsará la colaboración con entidades u organismos públicos o privados que tengan funciones de vigilancia, supervisión o control en materias de contratación pública o prevención de la corrupción. En esta línea, el Ministerio considera "prioritario colaborar y participar activamente" en el Sistema de Integridad de la Administración General del Estado (SIAGE) desarrollado desde la Secretaría de Estado de Función Pública.

La ministra ha defendido varias veces la creación del Observatorio y la puesta en marcha de una estrategia contra la corrupción. En una reciente sesión parlamentaria, señaló que como presenció "la escasez de material en primera persona en el hospital" durante la pandemia, cuando era anestesista, tiene "toda la legitimidad para decir que los casos [de corrupción] son nauseabundos". Por eso, "en este Ministerio de Sanidad vamos a luchar contra la corrupción porque nos va la vida en ello", sentenció.