“Era el año 1996, y un día escuché por casualidad que iba a implantarse en países como España una normativa para establecer la obligatoriedad de hacer accesibles las piscinas. Pocos días después, fui a una piscina municipal, había una chica que padecía espina bífida, y constaté las grandes dificultades que tenían los padres para meterla en el agua y para sacarla. Y lo beneficiosa que era para ella darse un baño. También me impactó ver lo contenta que se sentía dentro de la piscina con su grupo de amigas. Era una más, se sentía motivada y libre. Como emprendedores, pensé que había hueco para nosotros si dábamos soluciones a esas personas”. Así recuerda Manuel Escalera la génesis de Metalu, la empresa que a tal fin su hermano Juan y él fundaron en 1997 en La Luisiana, y cuyos ascensores acuáticos están presentes en miles de piscinas de numerosos países, propiciando innumerables experiencias reconfortantes a personas que antaño estaban excluidas.

Metalu es también ejemplo por partida triple. De cómo una pyme industrial creada en un pequeño pueblo (La Luisiana, de la Campiña sevillana, a 72 kilómetros de la capital) puede convertirse, por su especialización y calidad, en el proveedor de grandes compañías como las cadenas hoteleras Meliá, Riu, Barceló, Iberostar, Ilunion, Catalonia, etc. De cómo adquirir tal prestigio que mediante el 'boca-oído' les llegan encargos desde países donde no habían hecho ninguna acción promocional, como Polonia, Suiza, Argentina, etc. Y de cómo emprender con talante innovador no es coto de veinteañeros. Manuel y Juan Escalera tenían 40 años y llevaban 15 trabajando como autónomos en el sector del metal, con productos y negocios de suerte desigual y de los que aprender para curtirse.

Los ascensores acuáticos de Metalu permiten a muchas personas con dificultades de movilidad poder entrar y salir de la piscina manejándolos autónomamente. EL CORREO DE ANDALUCÍA

Soluciones que mejoran la calidad de vida

“Una de las claves de nuestro éxito con Metalu es el esfuerzo que hicimos desde el principio en conocer las necesidades de este tipo de personas con movilidad reducida, y darles una solución. Que tanto los clientes como los usuarios nos vean como una solución, no como una máquina. Y quienes empezaron a testar nuestro primer modelo de elevador en piscinas nos dieron magníficas indicaciones sobre la conveniencia de completar el giro de 180 grados, o cómo mejorar la posición del mando”, precisa Manuel Escalera.

Desde su humildad, admiten haberse convertido en referencia, como una de las empresas europeas más especializadas en esta gama de productos e instalaciones. Manuel Escalera encabeza la administración y comercialización, Juan Escalera está al frente de la producción y de la oficina técnica. “Nos cautivó el creciente número de personas que contactaba con nosotros para darnos las gracias por emprender la creación de estos elevadores para piscinas. Recuerdo una señora que nos confesó tener el doble de repuestos de los necesarios para que su marido pudiera disfrutar a diario de la piscina. Nos dijo que prefería ese gasto para sentirse tranquila de que ni un solo día él pudiera verse privado de esa opción, porque era tan feliz moviéndose en el agua que como persona había supuesto un antes y un después en su calidad de vida”.

Los elevadores de Metalu se agrupan básicamente en dos tipologías: los hidráulicos y los eléctricos. “Al principio, -señala Manuel Escalera- los suministramos sobre todo a ayuntamientos para sus piscinas municipales. Además, fuimos capaces de impulsar la demanda para que los comenzaran a adquirir empresas privadas y así atendieran a personas que tanto lo valoran. Como bien sabemos por nuestra fluida relación con entidades como la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) y la Confederación Andaluza de Minusválidos Físicos y Psíquicos (CAMF)”.

Un técnico de Metalu, mostrando uno de sus modelos en el expositor de la empresa en la reciente edición de la Feria Piscina & Wellness en Barcelona. EL CORREO DE ANDALUCÍA

Dos millones y medio de facturación

Metalu vendió en 2023 un total de 700 unidades y alcanzó una facturación de dos millones y medio de euros. La reputación de su marca ha propiciado que entidades como el Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo, contactara directamente con ellos para hacerles un pedido, sin conocerles previamente. La plantilla consta de 25 empleos fijos, y genera algunos más por vía indirecta. Casi todos son personas de La Luisiana o de El Campillo, pedanía de dicho municipio sevillano. Para Manuel Escalera, “La Luisiana es un pueblo de emprendedores, por eso hay poco paro, y los jóvenes tienen ejemplos de empresas y de profesionales que les sirven de espejo para motivarse”.

En 20 días tienen fabricado y enviado un elevador encargado a medida, mientras que los modelos estándar están construidos a las 24 horas de formalizarse el pedido. “Llevamos 27 años innovando y simplificando el mantenimiento de los elevadores. Por eso hemos sido capaces de compensar los mayores costes de materias primas con un incremento de la productividad. Cada año vamos logrando incorporarles mejoras. Por ejemplo, el modelo Metalu B2, que empezó a comercializarse en 1999, hoy en día seguimos aplicándole avances al elevador y avances en la fabricación”, explica Manuel Escalera.

Su servicio técnico por teléfono está disponible las 24 horas del día durante todo el año, y el 95% de las incidencias se resuelven mediante videollamada, viendo fotos o video del elevador, para comprobar cuál es el problema, enviar piezas de repuesto, o contar con la intervención de su distribuidor de zona.

Tanta ilusión ponen en su actividad que un proveedor tan relevante como Acerinox incluyó una vez en la portada de su revista corporativa a Metalu como ejemplo de la aplicación social de su materia prima. “Nos importa tanto satisfacer con nuestras soluciones que a los clientes les damos 5 años de garantía, por encima de lo normal, porque confiamos plenamente en la calidad de nuestros productos”.

La fábrica de Metalu, en La Luisiana, va a crecer para duplicar a partir de 2024 su capacidad de producción y exportación de elevadores acuáticos. EL CORREO DE ANDALUCÍA

Crecer en los mercados de Italia, Grecia, Turquía y Portugal

En Metalu, como empresa familiar, se está realizando con naturalidad el relevo, y la segunda generación va a protagonizar la gestión de las nuevas etapas de crecimiento. Marta Escalera, de 34 años, se incorporó a tiempo completo a Metalu en 2010 cuando concluyó la diplomatura universitaria en Relaciones Laborales. Asume la dirección de la administración y la comercialización, a la par que su primo Abel Escalera coge las riendas de la dirección de las áreas de producción y oficina técnica. Ambos están arropados por otros familiares de su misma 'quinta' que ya tienen encomiendas y responsabilidades en atención al cliente, almacenes, baterías, etc.

Según Marta Escalera, “hasta ahora, las ventas fuera de España aportan el 10% de los ingresos. Sin potenciarlas, y por la reputación que tenemos, cada vez nos llegan más peticiones desde otros países. Para incrementar considerablemente esa cifra durante los próximos años, hemos creado un departamento de internacionalización. Estamos haciendo estudios de mercado para crecer sobre todo en Italia, Grecia, Turquía y Portugal”.

España, cuarto país del mundo con más piscinas

El margen de crecimiento es amplio. Manuel Escalera aporta estos datos: “Los cuatro países del mundo con más piscinas son, por este orden, Estados Unidos, Francia, Brasil y España. El último informe que existe sobre piscinas señala que en España hay 1.300.000 piscinas, y de esas son 122.000 a las que se aplica la normativa sobre piscinas comunitarias”.

Para escalar su desarrollo, han ampliado sus instalaciones y desde 2024 duplicarán en La Luisiana su producción para llegar la cifra de 1.500 unidades al año. Marta Escalera indica que “una de nuestras fortalezas es la capacidad de anticipar la producción. Si hoy nos suben precios de materias primas, tenemos margen para no repercutir a corto plazo el coste. Y ese margen se va a ampliar aún más con nuestras nuevas instalaciones”.

Además, han acelerado la creación del modelo Metalu Pantalán, “porque cada vez nos llegan más peticiones de elevadores para lagos, lagunas, piscinas naturales, dársenas urbanas, etc. Lugares donde, por lo general, hay mucha más distancia que superar entre la orilla y el nivel del agua”, explica Marta Escalera. “Cuando recibimos varias peticiones de algo nuevo, lo vemos claro y rápido: es una nueva oportunidad para estimular nuestras capacidades y desarrollarnos”.

Los tópicos sobre una industria si es andaluza

Padre e hija, al igual que el resto de los profesionales de Metalu, tienen memoria histórica sobre cómo ha cambiado la perspectiva que desde fuera se aplica a una empresa de un pequeño pueblo. “Nos costó que nos aceptaran como una industria seria. Y ahora en el sector se dice, para recomendarnos: 'contactar con los de Sevilla, que son los mejores'. Sí, ya se ha entendido que en esta tierra se trabaja con calidad, que no solo hay romerías. Nos ha sucedido varias veces que clientes con los que trabajábamos por teléfono durante años, han viajado para visitar nuestras instalaciones, y nos han dicho: 'Son para quitarse el sombrero'. Por desgracia, el prejuicio predispone de antemano a considerar que no es la misma calidad si uno dice 'soy un fabricante de Barcelona' que si se presenta como 'un fabricante de un pueblo de Sevilla'”.