El supervelero Halcón Maltés, que este jueves ha atracado en el uno de los diques exteriores Club de Mar de Palma, lleva en su popa en letras plateadas el nombre de la novela de Dashiell Hammet y la película de John Houston, que protagonizó Humprey Bogart en 1941.

El yate, que fue botado en el año 2006, como el velero privado más grande del mundo, con sus 88 metros de eslora y 12 de manga, sigue siendo dieciséis años después uno de los veleros más reconocibles del mundo y también uno de más modernos en activo, porque fue completamente renovado en el año 2023 y sobre todo por su singular aparejo de tres mástiles giratorios autónomos de fibra de carbono, con el sistema DynaRig incorporado, del que fue pionero, que desde entonces también han instalado con variaciones otros veleros de gran eslora, pero de construcción más reciente, como el Black Pearl, de la familia del multimillonario ruso ya fallecido Oleg Burlakov.

Las quince velas cuadras del Halcón Maltés estas colocadas entre las vergas del buque de tal manera que cuando se despliegan no quedan espacios en el plano vélico de cada mástil, lo que les permite actuar como un solo perfil aerodinámico. Las velas enrollables se almacenan en los mástiles, de 57 metros de altura, y se pueden desplegar en solo seis minutos. Y como no hay aparejos, los mástiles y las vergas se pueden girar sin restricciones, permitiendo al buque navegar a velocidades elevadas en ceñida.

El Halcón Maltés fue construido con casco de acero y superestructura de aluminio por el astillero italiano Perini Navi en Estambul por encargo de su primer propietario, el norteamericano Thomas Perkins, fallecido en 2016, que formó parte de la cúpula de la Hewlett-Packard antes de dejar la empresa informática debido al escándalo de espionaje. Perkins pagó por él 150 millones de euros por el buque, del que se desprendió solo dos años después. El velero navega cómodamente a 12 nudos y alcanza una velocidad máxima de 19 nudos ,con una autonomía máxima 4.600 millas náuticas navegando exclusivamente a motor. Mientras el velero era construido en Estambul, el ingeniero naval mallorquín Toni Sard participó en la supervisión de su complejo aparejo.

El Halcón Maltés con todas las velas desplegadas Redacción Digital

El lujo supremo de un superyate que se alquila por 590.000 euros a la semana

Interiores y exteriores fueron diseñados por Ken Freivokh con espacios elegantes y muy funcionales. Y también algunos caprichos, como la pantalla de proyección situada detrás del palo de mesana, que también funciona como pantalla para permitir a los huéspedes disfrutar de una noche de cine bajo las estrellas.

Con una tripulación de 19 personas, los interiores del Halcón Maltés, cuentan con un camarote principal, una suite VIP y cuatro cabinas dobles que le otorgan una capacidad de 12 a 19 huéspedes. En la cubierta del puente, la cabina VIP está amueblada con sillones adicionales y disfruta de una terraza privada a la que se puede acceder a través de una gran puerta corredera hacia la popa. Las habitaciones dobles restantes encuentran en la cubierta inferior.

El Halcón Maltés se alquila por 590.000 euros a la semana, un precio solo al alcance de grandes fortunas. Para este tipo de huéspedes ha sido equipado con gimnasio, jacuzzi, diversos salones en cubierta, así como con una serie de entretenimientos o juguetes acuáticos como un tobogán hinchable, equipos de jetsurf, equipos de buceo, tablas de pádel surf, de windsurf y kayaks.