‘El Manantial’, la residencia familiar de Ana Obregón en Mallorca, guarda muchos recuerdos para ella. Hace tres años, la actriz cuidó entre esas cuatro paredes a su hijo Aless, fallecido de cáncer a los 27 años. Hace dos, fue el último verano de su madre y, hace uno, el de su padre en la isla, antes de perder a ambos.

Es de entender que, para Obregón, volver a la casa le supusiera "enfrentarse a muchos sentimientos encontrados". Sin embargo, este año ha querido pasar el primer verano de su nieta, Anita, de cuatro meses entre los muros de la propiedad balear.

Portada Hola! con Ana Obregón y su nieta, hija de Aless.

Portada Hola! con Ana Obregón y su nieta, hija de Aless. Hola!

El sueño de su hijo Aless

Aless adoraba esta casa. Nos decía que, pasara lo que pasara, no se vendía, que quería que sus hijos la disfrutaran como disfrutó él. Y mira, su sueño se ha cumplido. Aquí está su hija", ha confesado en una entrevista en exclusiva a la revista Hola!. Si no fuera por Anita, la actriz ha afirmado que no habría pasado este verano en Mallorca: "Hubiera sido imposible estar aquí en su ausencia, con tanto dolor. Pero en cambio mira, aquí estoy con esta princesa que es una bendición, un milagro de verdad".

Unas vacaciones sin visitas en 'El Manantial'

Según ha empezado relatando en la entrevista, la niña, nacida por gestación subrogada en Miami, es sana y "altísima". También, ha destacado su parecido con Aless, su padre biológico: "Es clavada, clavada, clavada a él. Pero no solo físicamente, sino de forma de ser. Tiene la misma risa alegre. Y sí, te lo juro. Huele a Aless".

En el reportaje, la actriz ha posado en la piscina de su casa y con la pequeña, además de confesar que, aunque no recibe visitas de familiares y amigos porque prefiere centrarse en ciudar a su nieta, "a esta niña no le va a faltar nunca ni amor, ni dinero, ni nada de nada": "Es muy querida por toda la familia, somos una piña".

La rutina -sin playa- de Anita en Mallorca

Sobre las críticas, lo tiene claro: "Cuando tienes que enterrar a un hijo, ¿tú crees que hay algo que te vaya a doler? A las personas que me han criticado, les deseo amor". Obregón ha detallado a la revista su día a día en la isla: "A las cinco y media me levanto, me hago mi café y, entonces, a las seis, ya empezamos con el primer biberón. Tomamos el biberón viendo el amanecer. Anita está empezando a ver ahora y se pone a dar grititos de alegría al ver el mar, el sol, las palmeras y los estanques que tenemos con pececitos de colores. Los guardeses de la casa están alucinando porque dicen que nunca han visto un bebé tan pequeño que dé esos gritos de alegría. Yo me baño en la piscina tres veces al día, mientras ella duerme. Entonces, como aquí hace tantísimo calor y es tan pequeñita, no la puedo tener fuera a partir de las diez y media de la mañana, entramos dentro y ella duerme. La duermo en brazos, y lo siento, pero la pienso dormir en brazos hasta que me dé la gana".

Sin embargo, una de las cosas que más ha lamentado no poder disfrutar en Mallorca es el ir a la playa con su nieta por la presión social y mediática: "Yo no puedo ir a la playa con Anita. Lo que no voy a hacer ni loca es someterla a esa presión. Cuando estábamos en Miami, bajábamos a pasear y había muchísima prensa".