El obispo auxiliar católico de Kiev, Stepan Sus, ha acusado este lunes por la mañana desde Oviedo a la Iglesia ortodoxa rusa de “bendecir” la invasión de Ucrania por parte de las tropas de Vladimir Putin y también de “fomentar la guerra con sus homilías”. Y ha ido más allá: “Muchos curas ortodoxos han colaborado con las agencias secretas rusas y han indicado al Ejército los lugares en los que tenían que lanzar las bombas”.

En el día 466 del conflicto, el prelado ha señalado que los ucranianos “queremos que esta guerra se acabe”. Él y sus compatriotas perciben que “el mundo está cansado de nuestra guerra”, pese a lo cual no defienden un cierre en falso de la contienda: “Aunque el mundo se canse de nuestra guerra, nosotros no tenemos derecho a cansarnos. Necesitamos el apoyo de toda Europa unida. Si Ucrania cesa de luchar, no sabemos a dónde llegará Rusia; mañana puede tocarle a Polonia o a otro país de Europa”.

El obispo auxiliar católico de Kiev, Stepan Sus, en Oviedo.

Ante de ser sacerdote, Stepan Sus fue militar. Tiene 41 años. Fue ordenado obispo hace tres, lo que en aquel momento le convirtió en el prelado más joven de la Iglesia católica. Pertenece a la iglesia greco-católica y ejerce como jefe del Departamento de Pastoral y Migración de la Curia, atendiendo a los sacerdotes ucranianos que se encuentran fuera de su país. Visita en Asturias a sus compatriotas y esta mañana ha atendido a los medios de comunicación en la sede del Obispado de Oviedo, donde fue presentado por el arzobispo Jesús Sanz Montes, quien destacó “el trabajo callado” de la Iglesia y de numerosas organizaciones católicas en favor de la paz y en la ayuda a las víctimas del conflicto. Las palabras del obispo ucraniano fueron traducidas por Stepan Uhryn, capellán de los ucranianos de Asturias.

Stepan Sus detalló el sufrimiento de sus compatriotas: “Intentamos vivir y ser felices. Pero nos encontramos con que, al llegar la noche, empiezan a volar 60 bombas rusas y a continuación 30 drones de los iraníes. Y nos pasamos pendientes de todo y despiertos hasta las cinco de la madrugada, y después tenemos que levantarnos a las seis y media para trabajar”.

El obispo se refirió a la visita a Kiev que este lunes inicia el cardenal Matteo Zuppi, enviado por el papa Francisco para buscar una vía de acuerdo que ponga fin al conflicto. “Siempre es importante escuchar a las partes en conflicto. Lo vemos como el inicio de un diálogo posible en esta guerra”, señaló el prelado ucraniano. Stepan Sus puso el acento en “los 11.000 niños ucranianos capturados por los rusos y trasladados con violencia a Rusia, donde se les inscribió y entregó documentos con nombres distintos”. Son niños que “no están huérfanos, sino que tienen padres y familia en Ucrania”. Según Sus, el papa Francisco “busca resolver este problema por vías diplomáticas y que los niños retornen a Ucrania”.