La comunidad médica se llevó las manos a la cabeza cuando, hace unos días, se difundió el vídeo de una niña sevillana que, como regalo por su primera comunión, recibió un cigarrillo electrónico con un juego de consumibles de diferentes sabores. El problema es que no se trata de un caso aislado. En bazares, ferias o por internet se pueden encontrar productos relacionados con el tabaco y diseñados con imágenes infantiles o juveniles, como un vapeador con la imagen de Bob Esponja, que están diseñados para tratar de atraer a jóvenes y preadolescentes al mal hábito del tabaco, a pesar de que la ley prohíbe fumar a los menores de 18 años.

El 44,3% de jóvenes de entre 14 y 18 años admite haber vapeado alguna vez

Y la estrategia funciona: si la edad media de inicio en el consumo de cigarrillos tradicionales es de 14 años, el primer contacto con los vapeadores con nicotina se produce a los 11 años y sin nicotina a los 9, según denuncia el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) -que reúne a decenas de organizaciones sanitarias españolas- con motivo del Día del Mundial Sin Tabaco, que se celebra cada 31 de mayo.

Las encuestas indican que la mitad (en concreto el 44%) de los estudiantes de entre 14 y 18 años admite que ha vapeado alguna vez en su vida, un hábito que en este grupo de edad ha descendido ligeramente (cuatro puntos porcentuales entre 2019 y 2021, según el sondeo oficial Estudes). Francisco Rodríguez, representante de la CNPT en la Red Europea de Prevención del Tabaquismo, entiende que este descenso "ha provocado precisamente que las tabacaleras se dirijan a un público aún más joven".

Los diseños

El doctor argumenta que la industria es consciente de que "si no se empieza a fumar de joven, ya no se fuma" y de que "los adultos enganchados al tabaco o bien se mueren, o bien quieren dejarlo", y de ahí que ahora las campañas de marketing se centren, avisa este experto, en el nicho de los menores de 18 años.

El 57,2% de jóvenes cree que "fumar está de moda" porque vapean actores, ‘streamers’ e ‘influencers’

Los vapers emulan a los cigarrillos y, por tanto, mantienen esa erótica relacionada con el humo y que hace parecer más mayor y atractivo a quienes los consumen. Además, para captar al público más infantil, el mercado ha puesto en circulación dispositivos decorados con figuras de dibujos animados (como Bob Esponja), coleccionables y con sabores a frutas o chucherías que se pueden adquirir por internet o en ferias, bazares, etc. La ley solo permite vender tabaco y los productos derivados a mayores de 18 años, pero la realidad es que apenas hay controles.

El doctor Andrés Zamorano, presidente del CNPT, alerta de otro factor: "La industria contrata a ‘influencers’ para que difundan la falsa idea de que vapear no es perjudicial. Y están consiguiendo que cale la idea", señala.

"La industria contrata a ‘influencers’ para que difundan la falsa idea de que vapear no es perjudicial"

Andrés Zamorano

La moda

De hecho, una encuesta de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) indica que la mayoría de los jóvenes (el 57,2%) considera que "fumar está de moda" porque vapean actores, ‘streamers’ e ‘influencers’ a los que siguen. Asimismo, más de la mitad piensa que los nuevos productos del tabaco no dejan olores y que es fácil dejar de consumirlos. Y cuatro de cada diez que fumar ayuda a atravesar situaciones psicológicas complicadas, que los hace parecer más interesantes o que facilita la posibilidad de hacer nuevos amigos o ligar.

A todos estos motivaciones se añade que "los jóvenes piensan en lo inmediato y no les preocupa enfermedades cómo el cáncer que pueden aparecer a largo plazo", comenta el doctor Rodríguez.

El tabaco tradicional

El problema no sólo es el consumo de cigarrillos electrónicos, que son perjudiciales incluso sin nicotina porque contienen partículas nocivas, sino que entre el 60% y el 90% de los jóvenes admiten que alternan el tabaco y los vapers. "En lugar de la reducción de daños que difunde la industria, lo que provocan es una multiplicación de daños", sostiene Zamorano.

Los expertos alertan que las nuevas formas de consumo son la puerta de entrada al tabaco tradicional

Por ello, una reciente encuesta efectuada por los médicos de atención primaria ha detectado que el 20,8% de los chicos de entre 14 y 18 años consume habitualmente cigarrillos electrónicos, un 14,3% cachimbas y un 13,1% fuma. Si bien, en el siguiente grupo de edad -entre los 19 y 24 años-, el tipo de consumo se invierte: se incrementa el número de fumadores de tabaco convencional (19%), mientras el vapeo y la cachimba se consume en menor medida (13,8% y 11,5% respectivamente).

El 20% de los chicos de entre 14 y 18 años consume cigarrillos electrónicos, un 14,3% cachimbas y un 13,1% fuma

Esta tendencia lleva a los profesionales sanitarios a alertar de las nuevas formas de consumo "son la puerta de entrada" al tabaco normal y no la "puerta de salida", dado que no está demostrado, científicamente, que los vapeadores ayuden a dejar de fumar como sí lo hacen los fármacos que han sido incluidos en la cartera de servicios del sistema sanitario. Incluso la OMS ha aviado de que no sirven para abandonar la adicción, mientras el Ministerio de Sanidad ha alertado de que contienen sustancias cancerígenas en los líquidos y en el vapor que emiten.

Ni siquiera es inocuo para quienes permanecen en lugares cerrados junto a personas que vapean, porque desprenden partículas que pueden llegar al pulmón. Sin embargo, los menores crecen rodeados de humo tradicional o emitido por los nuevos dispositivos o pipas de agua. Según el sondeo Estudes, casi el 40% de los estudiantes declaran que han visto fumar a sus profesores en los centros educativos y el 39% reconoce que en sus domicilios se consume tabaco habitualmente.

Por todo ello, las organizaciones destinadas a la prevención solicitan que se endurezca la ley del tabaco, de forma que se equiparen todas las formas de consumo, se amplíen los espacios libres de humo a terrazas o playas y se acote la venta exclusivamente a estancos, donde se podría controlar mejor que los nuevos dispositivos no se vendan a menores.