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Me Too en la academia

¿Deberían prohibirse las relaciones íntimas entre profesores y alumnos? "Es una aberración que se permitan"

Fuera de España, la regulación sobre este tipo de situaciones es mucho más estricta y las universidades más prestigiosas del mundo abordan este tema de forma específica en sus códigos de conducta

¿Deberían prohibirse las relaciones íntimas entre profesores y alumnos? "Es una aberración que se permitan".

El profesor de la Blanquerna despedido este miércoles tras recibir hasta cuatro denuncias por acoso sexual por parte de alumnas seguía un mismo 'modus operandi', según las estudiantes. Entraba en contacto con las jóvenes cuando eran sus alumnas, entablaba una "relación íntima" con ellas (que iba desde intercambios de mensajes íntimos hasta encuentros sexuales y relaciones sentimentales) y, una vez este vínculo se rompía, empezaban las prácticas abusivas. Este mismo patrón, lejos de ser una anomalía, es algo que se repite en muchas de las denuncias por acoso sexual en las universidades. ¿Debería entonces prohibirse las relaciones entre alumnos y profesores? "Es una aberración que ser permitan. Sobre todo porque hay una clara desigualdad de poder entre las partes y porque, llegado el caso, las alumnas están en una clara situación de vulnerabilidad ante eventuales abusos", explica Ramón Flecha, uno de los máximos expertos sobre violencia de género en España. No es una cuestión de puritanismo, afirman los expertos, sino de evitar abusos de poder o favoritismos.

El nuevo protocolo catalán contra el acoso en la universidad contempla abrir este debate

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En estos momentos, según ha podido comprobar este diario, ninguna universidad española prohíbe explícitamente la relación entre alumnos y profesores. Tampoco hay una normativa específica sobre relaciones entre personas con vinculación laboral en estos centros (como sería el caso, por ejemplo, de dos profesionales del mismo departamento o de un supervisor de proyecto y un subordinado). La legislación española, de hecho, no permite prohibir ningún tipo de relación sexoafectiva (ya sea en la universidad o en cualquier otro lugar de trabajo) siempre y cuando sea consensuada y entre adultos.

La gran mayoría de los centros abordan esta cuestión de forma indirecta. En los códigos de convivencia se menciona, por ejemplo, la necesidad de "evitar los conflictos de interés" en las que, por ejemplo, haya un vínculo con "un cónyuge" o "una persona con una relación afectiva análoga". En Catalunya, las 'conselleries' de Universitats i Feminismes han aprobado un nuevo protocolo guía en el que se prevé, entre otros, abordar este debate. "No se puede prohibir pero sí poner medidas de contención. Como que si se detecta una relación entre un profesor y una alumna que no sea este el que la evalúe", comenta la 'consellera' Tània Verge Mestre en declaraciones a EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica.

"No se puede prohibir pero sí poner medidas de contención"

Tània Verge - 'Consellera' d'Igualtat

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Normativa internacional

Fuera de España, la regulación sobre este tipo de situaciones es mucho más estricta. De hecho, las universidades más prestigiosas del mundo abordan este tema de forma específica en sus códigos de conducta. En universidades como la de Yale, la de Nueva York o la de Wisconsin, la normativa prohíbe explícitamente todo tipo de relaciones entre docentes y alumnos. En otras como Harvard, este tipo de relaciones se consideran "totalmente inapropiadas" y, llegado el caso, si una alumna denuncia se delibera siempre a su favor. "Entendemos que se trata de relaciones intrínsecamente asimétricas porque involucran a personas que, en virtud de su rol, tienen un desequilibrio de poder. Esta situación o bien puede derivar en situaciones de abuso de poder o bien en favoritismos", recoge el código de conducta de la universidad.

En la gran mayoría de estos centros, la normativa no solo prohíbe la relación entre profesores y alumnos sino que, además, existe la obligatoriedad de denunciar este tipo de relaciones. Es el caso, por ejemplo, de instituciones tan prestigiosas como la Universidad de Columbia, Stanford y Oxford. En el código de conducta de este centro se establece que "cualquier miembro de la comunidad universitaria tiene la responsabilidad de denunciar cualquier relación romántica o sexual entre un profesor y un alumno cuando existe una relación de supervisión o poder asimétrica". En los pocos centros en los que no se prohíbe explícitamente este tipo de relaciones, sí existen normativas para evitar que los implicados en la relación trabajen juntos (o en el caso de los estudiantes, que sean evaluados por sus parejas).

"Cotos de caza"

La situación es diferente en España. Según constata la legislación española, las universidades tienen autonomía propia. Es decir, que cada centro puede dictar sus propios códigos de conducta. Las normativas de los Ministerios y las 'conselleries' pueden, en todo caso, guiar el desarrollo de las normativas internas pero la última palabra siempre está en mano de los equipos de rectorado de las propias universidades. "La ley obliga a las universidades a tener protocolos sobre el acoso sexual y a día de hoy todas disponen de una normativa en esta materia. Luego hay cuestiones, como los códigos de convivencia, que dependen de los propios centros", explica Jana Calvo Martínez, responsable de equidad del gabinete del ministro de Universidades.

"No es aceptable que haya docentes que se dediquen a ligar en su lugar de trabajo"

Ramon Flecha

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En prácticamente todos los pasillos de las universidades españolas hay rumores sobre relaciones entre profesores y alumnos. En muchos casos, incluso se habla de profesores que "cada año cambian de novia". "En España hay profesores que creen que la universidad es su coto de caza. Yo hasta he oído a docentes hablando entre ellos y comentando la 'fauna' que tenían en un curso. Es escalofriante", comenta Flecha. "Hay que desterrar la idea de que las universidades son el sitio en el que los profesores van a buscar relaciones sexuales y afectivas. No es aceptable que haya docentes que se dediquen a ligar en su lugar de trabajo", comenta el experto en declaraciones a este diario.

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