Cuando se cumple un mes exacto de la llegada del supervelero Koru a Mallorca, la espectacular goleta de 127 metros de eslora, tres mástiles de 70 metros de altura y 500 millones de dólares que el fundador de Amazon, Jeff Bezos, quiso estrenar en la isla, tras ser entregado por los astilleros holandeses Oceanco, el lujoso velero de diseño personalizado navegó ayer por primera vez en aguas de la bahía de Palma con su buque de apoyo, el yate Abeona, de 75 metros de eslora.
Construido por las astilleros finlandeses Damen, Bezos también lo estrena en la isla. Su función es prestar apoyo al velero Koru, auxilio y remolque en caso de que fuera necesario por una emergencia, así como transportar todo el equipamiento adicional de navegación y entretenimiento, además de un helicóptero en la popa. Precisamente, el también propietario del Washington Post lo mandó construir cuando advirtió que ni el helicóptero ni todos las lanchas auxiliares y extras de entretenimiento le cabían en una goleta de tan depurado diseño clásico con tan descomunal arboladura.
La goleta Koru cumple también un mes en Mallorca de intensas pruebas de navegación de todo su equipamiento, con un programa de travesías diarias desde Palma con dirección el sur de la isla y regreso a Palma, a distintas velocidades, desde los 3 hasta los 14 nudos. El objetivo es evaluar el comportamiento del buque, sus motores, aparejo y velamen, pruebas que deben servir para evaluar si el supervelero tiene que regresar a los astilleros holandeses Oceanco para unos últimos ajustes o ya está completamente preparado para ser entregado a Jeff Bezos,, informa la revista norteamericana de lujo y estilo de vida Robb Repport.
La goleta salió ayer viernes del Club de Mar, donde se ha convertido en el gran emblema del renovado puerto deportivo, a la bahía de Palma como viene siendo habitual. Pero la travesía fue mucho más corta. A mediodía ya estaba de regreso y fondeó frente al puerto de El Molinar con la vela cangreja del palo de mesana izada. Poco después se le unió el yate Abeona, que también fondeó en el mismo luegar, ya con el nuevo helicóptero en su popa. La grúa del yate de apoyo, situada en en la mitad de su casco, puso en el mar dos lanchas y la tripulación de los dos buques se mantuvo en permanente contacto hasta la puesta de sol.
Los datos técnicos del supervelero Koru son tan descomunales como la fortuna de Bezos. Posee 127 metros de eslora que lo convierten en el segundo velero más grande del mundo, solo superado por el Sailing Yacht A, de 143 metros y propiedad del multimillonario ruso Andrey Melnichenko. Y sus tres mástiles escalan hasta los 70 metros de altura, lo que lo convierten en el buque a vela de mayor arboladura del mundo.
El diseño del velero es el de una goleta de porte clásico, con dos cubiertas de madera, casco de color azul marino y estructura de aluminio, un gran bauprés en la proa y la popa elevada, donde como capricho se ha construido una gran piscina. Los interiores del buque de Jeff Bezos son por ahora uno de los secretos mejor guardados. Apenas se saben algunos detalles, como que sus camarotes pueden alojar cómodamente a un total de 18 invitados y a la vez a una tripulación de 40 marineros.
