La muerte prematura, el riesgo de demencia, de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares y de sufrir depresión, ansiedad y suicidio son los efectos de vivir la soledad no deseada que sufren más de 2 millones de personas mayores en España.

Con la intención de reducir este número y de acompañar a los "abuelos" y "abuelas" nace Adopta un abuelo, una iniciativa que conecta voluntarios con personas mayores para "rendir tributo a las personas mayores y posicionarlas en el lugar que merecen, crear experiencias transformadoras que supongan un punto de inflexión en la vida de las personas y desarrollar la tecnología necesaria para conectar generaciones en cualquier parte del mundo".

Una vez al mes, Adopta un abuelo cumple el sueño de uno de sus mayores recaudando fondos de donantes y voluntarios. Esta vez le ha tocado a Ángeles, una mujer de 83 años que deseaba volar en avión por primera vez. Su destino fue Mallorca. "La primera vez en mis 83 años, ¿va a ser bonito?", preguntó Ángeles a la tripulación de Iberia Express, que le recibió en el Aeropuerto de Barajas antes de subir al avión.

Una vez en su asiento, le dieron la bienvenida por megafonía y la trataron de forma muy especial durante todo el vuelo: "Queremos darle a todos la bienvenida a bordo, en especial a Ángeles, que viaja hoy con nosotros gracias a la asociación Adopta un Abuelo". "Quiero dar las gracias a todos los que ha conseguido hacer posible este reto", dice la señora antes del despegue.

En su llegada a Mallorca, Ángeles comió "un arroz buenísimo" y compró ensaimadas en Can Joan de s'Aigo, todo acompañada de los dos voluntarios de la asociación. También aprovecharon la ocasión para ir a visitar la Catedral de Mallorca.

"Todo ha ido estupendamente, me lo he pasado muy bien. Y doy muchas gracias a todos los que han hecho esto para que yo pueda cumplir mi sueño de haber subido en un avión", dice Ángeles después de haber vivido una experiencia que no olvidará nunca.