Al 41% de las personas con demencia que están ingresadas en residencias en España se las sujeta físicamente, el 67% toman fármacos (mayoritariamente psicotrópicos) que les inhiben el movimiento y el 22% están encerrados en unidades específicas que impiden que se muevan. Son datos hechos públicos por el doctor Antonio Burgueño, médico geriatra del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y fundador del programa Desatar, que lleva 20 años trabajando por la eliminación de las sujeciones en geriátricos.

Este miércoles se ha celebrado, en la Fira Gran de La Farga de L'Hospitalet de Llobregat, un acto de la Associació Catalana de Directors de Centres d'Atenció a la Dependència (Ascad) que abre el debate sobre las sujeciones y la privación de libertad en las residencias. A día de hoy, el principal motivo de hospitalización de los mayores de 65 años son las caídas, que las sujeciones tratan de evitar.

La ley y la reciente instrucción de la Fiscalía estipula que las sujeciones y las contenciones en los geriátricos son legales, siempre y cuanto las prescriba un médico. "Es una medida excepcional y debe responder a un criterio de estricta necesidad, autorizada por un facultativo y mínima en su intensidad y temporalidad, así como transparente. Debe haber un registro exhaustivo", ha explicado el abogado Marc Molins.

Lo ha confirmado la fiscal de incapacidades de Barcelona, Júlia Arroyo, quien ha asegurado que cada seis meses reclama un listado de las contenciones de las residencias de su territorio. "Nunca me he encontrado una contención ilegal", ha defendido. Para que se ejerzan las contenciones hay que contar con la autorización de un familiar o de quien ostente la tutela, aparte de la prescripción médica.

Pocos recursos, más sujeciones

La realidad es que España es uno de los países que realiza más contenciones en las residencias geriátricas, según el doctor Burgueño. "Los recursos son limitados y eso influye en que sea más fácil llegar a prescindir de las sujeciones", ha explicado. En la mayoría de los casos, las contenciones se explican para evitar caídas. "Más de 1.400 mayores en España mueren cada año por caídas, es el principal motivo de ingreso hospitalario de los mayores de 65 años", ha explicado el doctor Iñaki Antón, máster en gerontología social y en valoración de daño corporal.

Según los datos de Antón, el 2% de los mayores que caen ingresan en un hospital, y de estos, la mitad solo sobrevive un año de vida después de la caída. "Las caídas a largo plazo generan depresión, aislamiento y ansiedad... Limitan la movilidad", ha añadido el doctor, partidario de las sujeciones como un tratamiento médico prescrito.

Las secuelas en los mayores

Según el doctor Burgueño, quien contrariamente defiende eliminar las sujeciones tanto físicas como farmacológicas en España, estas prácticas provocan importantes secuelas en los ancianos: úlceras por presión, infecciones, incontinencia urinaria y fecal, desnutrición, atrofia y debilidad, depresión, agresividad y apatía, aparte de la muerte. En Estados Unidos han provocado 1.200 fallecimientos, pero los datos en España se desconocen.

"A parte de la muerte, las sujeciones generan más problemas de conducta e incrementan los riesgos de caídas", ha añadido Burgueño. "Las sujeciones no son maltrato, pero su uso rutinario, por disciplina o conveniencia, sí. Hay que atajar este exceso", ha reclamado. En España hay una red de 900 residencias libres de sujeciones, que representan solo el 18% del total de centros.

La perspectiva es que el número de personas con demencia o patologías mentales vaya en auge. Hace 12 años suponían el 40% del total de personas en geriátricos. Ahora ya son más del 60%. "Y en los próximos años superaremos el 80%", ha añadido Burgueño, por lo que ha reclamado buscar métodos alternativos de atención a las caídas. "Hay que empoderar y formar a los profesionales". 

Uno de los problemas que los profesionales que han acudido al acto han comentado es que muchas familias piden que a sus ancianos les apliquen sujeciones. "Lo que sí vemos es que hay un círculo vicioso: las residencias con más deficiencias son las que más abusan de las sujeciones, y luego con el uso de las sujeciones estas deficiencias se cronifican y esto lleva a hacer más sujeciones", ha lamentado.

En este sentido, el presidente de Ascad, Andrés Rueda, ha defendido la necesaria mejora de la financiación y el aumento de las ratios en los geriátricos. Es un problema que estos centros arrastran desde al menos una década en Catalunya. "Necesitamos que nos comprendan en nuestra praxis diaria. No podemos servir marisco si la Generalitat nos paga a precio de arroz blanco: queremos hablar de dignidad pero debemos hablar de financiación y de mejoras de salarios", ha reclamado. Rueda también ha reclamado cuadros de buenas praxis y metodología concreta. "Vamos a pedir a las autoridades que se preocupen de este tema porque las interpretaciones son vagas", ha zanjado Rueda.