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Crisis climática

Ya hay 95 millones de personas desplazadas por los extremos climáticos

La Organización Meteorológica Mundial alerta sobre el aumento de fenómenos extremos en todo el mundo

El avance de las sequías extremas, unas inundaciones cada vez más devastadoras y unas violentas tormentas está provocando la migración forzada de millones de personas de todo el mundo. En estos momentos, según alerta la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ya hay 95 millones de personas desplazadas por los extremos climáticos. En Somalia, por ejemplo, el año pasado 1,2 millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares por los "impactos catastróficos de la sequía en los cultivos" y el aumento de las hambrunas. Mientras, en el otro extremo del mundo, las inundaciones extremas que sufrió Pakistán provocaron el desplazamiento de más de 8 millones de personas.

Este viernes, el mayor panel de expertos de Naciones Unidas dedicado a monitorear el clima en el planeta publica su informe anual sobre el avance de la crisis climática en el globo. En este, además de señalar los innumerables récords de temperatura que vivió el planeta durante el año pasado, también se destaca cómo el caos climático está afectando a la propia humanidad. En 2022, las olas de calor extremo que azotaron a India y Pakistán provocaron una caída drástica del rendimiento de los cultivos. Esto, a su vez, "amenazó la disponibilidad, el acceso y la estabilidad de alimentos básicos" y provocó un aumento de la inseguridad alimentaria en la región.

La crisis climática está dejando a millones de personas sin acceso seguro a alimentos y agua

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En estos momentos se estima que 2.300 millones de personas sufren inseguridad alimentaria. Entre estos, al menos 924 millones están en una situación especialmente grave. Según señalan varios análisis, como el informe científico 'The Lancet Countdown', las regiones más afectadas por la inseguridad alimentaria también son las más expuestas a los efectos de la crisis climática. En esas zonas, las sequías extremas y el aumento de las temperaturas están poniendo en jaque los cultivos agrícolas, las explotaciones ganaderas y, en general, toda la cadena de producción de alimentos. Todo esto, a su vez, está dejando a miles de personas expuestas a la falta de alimentos y de agua.

Calor extremo

El informe de la Organización Meteorológica Mundial también constata cómo la crisis climática sigue avanzando a pasos agigantados en todo el planeta. El año pasado, sin ir más lejos, la extensión del hielo marino de la Antártida retrocedió a mínimos históricos, el deshielo de algunos glaciares europeos alcanzó niveles sin precedentes y los mares registraron temperaturas nunca antes observadas. "Los efectos del cambio climático se observan desde los picos de las montañas hasta las profundidades de los océanos", destaca el informe.

El informe, liderado por expertos de Naciones Unidas, constata que los últimos ocho años han sido los más cálidos desde que existen registros. La temperatura media global durante este periodo destaca como la más alta jamás observada por nuestra especie. El año pasado, los termómetros estuvieron 1,15 grados por encima de la media registrada entre 1850 y 1900. El análisis global de las temperaturas del año sitúa al 2022 como el quinto o sexto año más cálido de nuestra historia. Nunca antes se había registrado una racha así de años tan calurosos.

EFE / MARISCAL

Uno de los extremos climáticos más destacados del año fueron las olas de calor. Como la que durante todo el verano afectó al continente europeo y que, según constataron los registros, se asoció con 15.000 decesos prematuros en el conjunto de España, Alemania, Reino Unido, Francia y Portugal. En el otro extremo del globo, en China, también se vivió la ola de calor más extensa y duradera desde que existen registros y, además, la estación se zanjó como el verano más caluroso jamás observado en el país asiático.

Más allá de las cifras, estos episodios de calor extremo dejaron imágenes aterradoras en todo el globo. En Londres, por ejemplo, las temperaturas extremas llegaron a derretir partes del asfalto del aeropuerto de Luton y, en algunos puntos de la ciudad, incluso provocaron fuegos espontáneos en las vías del tren. En Cantabria se reportó el fallecimiento de 5.000 gallinas de una granja cuando los termómetros rebasaron los 42 grados. Los efectos de la ola de calor del año pasado todavía se pueden ver en varios sectores. Los agricultores, por ejemplo, alertan de cómo aquel episodio aupó una caída del 50% en la productividad agrícola en los cultivos de secano, como los cereales, los olivares y los viñedos.

Récord de emisiones

El equipo científico que ha liderado este análisis destaca el contraste entre los datos en los que se alerta sobre la gravedad de la emergencia climática y las cifras que demuestran, una vez más, cómo la humanidad está propiciando el avance de esta crisis global. El año pasado se registró un récord de concentración de los tres gases de efecto invernadero que están provocando un aumento global de las temperaturas y un desequilibrio del clima en todo el planeta: el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso. "Vemos cómo las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, el clima sigue cambiando y las poblaciones de todo el mundo siguen sufriendo los efectos de los extremos climáticos", destaca el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas.

"Tenemos las herramientas, el conocimiento y las soluciones, pero debemos acelerar el paso" António Guterres

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El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, destaca una vez más la necesidad de actuar frente a la crisis climática. "Tenemos las herramientas, el conocimiento y las soluciones. Pero debemos acelerar el paso", destaca tras la publicación de este último informe. "Necesitamos una acción climática acelerada con recortes de emisiones más profundos y rápidos. También necesitamos más inversiones en adaptación y resiliencia, especialmente en los países y comunidades más vulnerables", destaca el portavoz de Naciones Unidas. 

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