Un virulento incendio forestal se ha desatado este domingo sobre las 9.30 de la mañana en el municipio francés de Cervera de la Marenda, a escasos tres kilómetros de la frontera con España, y a las 16.00 de la tarde ha alcanzado el término municipal de Portbou. Este lunes por la mañana se ha dado por estabilizado y por la noche está previsto que se controle.

El fuego ha afectado hasta 930 hectáreas de extensión entre Francia y España, 96,73 de los cuáles dentro del Espacio Natural Protegido de la Albera.

En la extinción del fuego trabajan 500 bomberos franceses y desde Bombers de la Generalitat han aportado 43 dotaciones terrestres y 103 efectivos humanos para intentar frenar el frente que ha invadido territorio catalán.

La ralentización de las llamas a última hora del domingo y el aumento de la humedad ha ayudado para que desde Francia el delegado del Gobierno en el Departamento de los Pirineos Orientales, Rodrigue Furcy, haya precisado que el incendio forestal está "bajo control" en territorio galo.

En declaraciones a la prensa, el jefe de Emergències de Bombers de la región de Girona, Jordi Martín, ha indicado que no creen que el fuego afecte al núcleo del pueblo de Portbou y que esperan poder tenerlo estabilizado a lo largo del lunes.

Unas tareas de estabilización del fuego que se han visto enormemente dificultadas por la tramontana, hasta el punto que ha impedido que los medios aéreos pudieran trabajar y solo ha podido sobrevolar la zona un helicóptero para encargarse de las tareas de comando.

Según el Servei Meterològic de Catalunya, la velocidad media del viento ha sido de 50 km/h, con rachas que han alcanzado los 90 km/h, aunque progresivamente ha ido amainando. Se espera que durante la mañana del lunes, el viento se reactive y pueda alcanzar los 100 km/h.

Evacuaciones y confinamiento

El fuego y las columnas de humo se han apreciado desde kilómetros de distancia, desde Perpinyà hasta el sur del Alt Empordà. Ese humo, junto con el cambio errático de la dirección del viento ha obligado a efectuar varias evacuaciones preventivas de vecinos de masías a las afueras del núcleo urbano de Portbou. A última hora de la tarde, con la mejora de la situación, se les ha permitido regresar a sus hogares.

Por su parte, a consecuencia del humo y las llamas, la carretera nacional N-260, que conecta la localidad gerundense con Francia, ha sido cortada al tráfico al igual que su homónima en territorio galo, la D-914.

A consecuencia de ello, una veintena de personas, la mayoría franceses que estaban de regreso a su país, se han visto obligadas a acudir al centro cívico habilitado en Portbou para acoger a todos los afectados por el incendio, para posteriormente quedar al cargo de la gendarmería que se iba a encargar de gestionar la vuelta a su país.

Del mismo modo, la circulación de trenes también se ha visto afectada y desde el mediodía no circulan trenes entre Catalunya a Francia, interrumpiendo el tránsito de la línea R11.

En el lado francés, los servicios de emergencia han procedido a evacuar a 320 personas en Cervera de la Meranda y confinar a otras 300, en una localidad donde viven 1.500 habitantes. Asimismo, el ayuntamiento de la localidad ha abierto el gimnasio para acoger a las personas damnificadas.

La temporada más seca desde 1959

El Servicio Meteorológico Nacional de Francia ha recordado que el enclave del incendio es una de las zonas más afectadas por la sequía que también sufre el país galo: entre septiembre y marzo, el nivel de precipitaciones se redujo a la mitad en comparación con lo habitual para estas fechas, según Météo-France.

En los Pirineos Orientales, lo que va de 2023 es la temporada la más seca desde 1959, es decir, en la fecha de disponibilidad de los primeros datos. Un escenario ideal para, como ha confirmado el Servicio Meteorológico Nacional de Francia, el de Cervera de la Meranda se haya convertido en el peor fuego forestal declarado en lo que va de año en el país.