Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Educación sexual

El alza de la violencia sexual entre menores reabre el debate sobre cómo limitar su acceso al porno

Crecen las voces que piden al Gobierno que imponga algún tipo de control que impida que los menores vean porno agresivo

Un niño visualizando contenidos por la noche. 123RF

No hace muchos años, para tener acceso al porno había que ir al videoclub o conseguir que alguien te 'pasara' la película. Pero hoy contenidos pornográficos violentos, donde se simulan violaciones en manada, se escupe o abofetea a las mujeres, sin ningún tipo de afectividad, están accesibles con un simple clic. Niños a partir de los 8 años, en cuanto tienen acceso al móvil con cierta frecuencia, pueden ver estos vídeos, a una edad en la que apenas conocen su cuerpo, sus deseos, ni al sexo contrario, y sin que la educación sexual pueda guiarles porque no ha llegado de forma reglada y transversal a los colegios. El porno es, para muchos, su escuela en las relaciones sexuales.

Bloquear el acceso a los menores es complejo técnica y legalmente y genera dudas sobre su efectividad

decoration

Por ello, algunos colectivos feministas y expertos en violencias machistas son partidarios de que el Gobierno limite, de alguna manera porque no es sencillo, el acceso de los menores al porno. Una reivindicación que se ha avivado ante el cúmulo de noticias que demuestran que algunos menores están emulando lo que ven en sus pantallas y cometiendo agresiones sexuales contra niñas. En los últimos días se ha denunciado en Logroño una violación en grupo a dos adolescentes en la que han participado chicos de entre 10 y 12 años. Y en marzo hizo saltar las alarmas una violación grupal a una niña de 11 años en Badalona.

No son casos aislados: las agresiones sexuales en manada han aumentado un 56% en cinco años y uno de cada cuatro agresores son menores. No está claro si ha habido un aumento de casos o un incremento de las denuncias debido a la mayor conciencia social. El Gobierno sostiene la segunda hipótesis. En cualquier caso, se está generando una preocupación social.

"Muchos padres tienen temor y no saben cómo abordar que sus hijos e hijas accedan a ese porno violento y lo mismo dicen profesionales que trabajan con adolescentes, que creen que el Estado debería tomar cartas en el asunto", asegura Graciela Atencio, directora de Feminicidios.net y firme defensora de que "la pornografía es la pedagogía de la violencia sexual y la puerta de entrada al consumo de prostitución", de ahí que opine que "el Ejecutivo debería limitar el acceso a los menores".

Sin embargo, no es una tarea fácil ni las lógicas prohibicionistas son compartidas por todo el feminismo. Algunos Estados lo han intentado sin éxito y Francia pretende imponer el bloqueo en septiembre, creando un certificado solo para adultos y que dé acceso a las web pornográficas, pero persiste la incógnita de cómo lo logrará sin vulnerar las leyes de protección de datos. Hay quienes piensan que es como poner puertas al campo, porque existen múltiples canales donde visualizar estos contenidos, incluso generados por los propios usuarios y subidos desde cualquier lugar.

Cómo verificar la edad

"Si se quiere imponer un control a los grandes portales del porno, se podrá realizar, pero un control real y total de todos los contenidos es imposible", asegura Sergio Carrasco, abogado experto en Derecho tecnológico. La gran dificultad radica en cómo verificar que el que visualiza el contenido es adulto. La legislación ya obliga a las páginas web a que comprueben la edad de sus usuarios, pero los grandes portales del porno se limitan a preguntar si el usuario es mayor de edad y basta clicar en el botón que pone 'sí' para poder acceder.

Para controlar la edad de manera efectiva, no bastaría tampoco con que se obligase al internauta a introducir su DNI, porque los menores podrían usar el número de cualquier adulto a su alcance, por lo que la mejor vía, según Carrasco, es que se implantara una especie de clave pin que garantizara que el usuario es adulto, un mecanismo que tendría que regular el Gobierno para que fuera legal. Pero no está entre sus planes a corto plazo.

"La pornografía es la pedagogía de la violencia sexual y la puerta de entrada al consumo de prostitución"

Graciela Atencio - Presidenta de Feminicidio.net

decoration

El Periódico, del grupo Prensa Ibérica, publicó en febrero que ni PSOE ni Podemos prevén, en lo que resta de legislatura, cumplir el acuerdo de coalición, que prometía impulsar "la protección reforzada de los menores para evitar el acceso a la pornografía". Esta misma semana, Irene Montero ha rechazado regular el acceso al porno argumentando que "las lógicas prohibicionistas va a ser difícil que sean efectivas", porque al contenido porno se puede "acceder muy fácilmente". Por ello, a su juicio la mejor vía para desincentivar su consumo es impartir educación sexual, que ayudaría a los niños a tener claro el consentimiento y a prevenir e identificar las violencias.

El Gobierno ha incumplido el acuerdo de coalición que prometía impulsar “la protección de los menores para evitar el acceso a la pornografía”

decoration

Buscar fórmulas

El PSOE, por su parte, ha impulsado una proposición no de ley -sin fuerza legal- en el Congreso destinada a este propósito, pero desde el Ejecutivo no ha movido ficha y la legislatura está casi en tiempo de descuento.

Sin embargo, organizaciones feministas como la Federación de Mujeres Progresistas, creen que el Gobierno de Pedro Sánchez debería impulsar ya "algún tipo de control porque los niños se están formando a través de un porno cada vez más violento, que conduce a la violencia sexual" y las agresiones crecientes, cometidas por menores, "ponen de manifiesto su impacto negativo". Su presidenta, Yolanda Besteiro, asegura que han crecido las voces que son partidarias de buscar alguna fórmula para limitar el acceso.

Desde el ámbito judicial, Susana Gisbert, fiscal especializada en violencia de género, avisa de que "prohibir" la entrada a webs o redes "sería como censura" y difícil de determinar dónde "empieza el porno y donde la expresión artística", pero a su juicio el Gobierno debería establecer algún tipo de "control" de acceso dirigido a ciertos contenidos o plataformas, "porque no es lo mismo una web de pago que una emisión en abierto". "Técnicamente es complejo pero cuando el fin es proteger al menor, debería estudiarse", señala.

La educación sexual

Alba Alfageme, psicóloga especializada en violencias machistas, comparte con Montero que la prioridad debería ser implantar la educación sexual, porque "la experiencia en otros países demuestra que cuando das herramientas para construir sujetos críticos y elementos para descodificar el porno, los jóvenes rechazan la pornografía violenta". Sin embargo, mientras estos contenidos se van implantando de manera trasversal en todo el sistema educativo -tal como marcan varias leyes- y surten efecto, ve necesario implantar algún tipo de control, pero "combinando" ambas estrategias.

"Prohibir nunca ha sido una solución efectiva y menos si va sola"

Raquel Gómez - Associació de Drets Sexuals i Reproductius

decoration

Alfageme precisa que no se puede achacar solo a la visualización de porno el alza de las violaciones porque es un "problema multicausal".

En esta línea, Raquel Gómez, psicóloga del Centro Joven de Atención a las Sexualidades de la Associació de Drets Sexuals i Reproductius, advierte de que "aislar el porno como la única causa de las violencias sexuales es dejar de mirar el sistema estructural que perpetúa el machismo [...] y hace flaco favor a todo el trabajo para revertirlo". Por ello, esta entidad es contraria a las limitaciones porque "prohibir nunca ha sido una solución efectiva, y menos si va sola, porque fomenta la curiosidad y en la adolescencia potencia la necesidad de transgresión, por lo que puede provocar un efecto contrario". En su opinión, lo "imprescindible" es la educación sexual.

Compartir el artículo

stats