Todo el mundo habla últimamente de ChatGPT, pero pocos lo hacen de otro de los proyectos estelares de su creador. Sam Altman, CEO de OpenAI, la empresa responsable del chat de inteligencia artificial que ha fascinado a todo hijo de vecino, se encuentra también detrás de Worldcoin, una startup de criptomonedas que promete una renta básica universal para todas las personas del planeta independientemente de si tienen o no una cuenta bancaria a su nombre.

Su propuesta es ofrecer tokens gratuitos a cambio del escaneo del iris de los ojos, lo que serviría como un identificador único para cada persona. Pretende nada menos que competir con Bitcoin y arrebatarle su hegemonía mundial en el mundo de las criptodivisas.

El proyecto de Worldcoin no es nuevo. En junio de 2021, tras dar a conocer su curioso (y para muchos inquietante) plan de distribución mundial, ya había recaudado inversiones de hasta 25 millones de dólares y obtenido el respaldo de grandes firmas de Silicon Valley, como Andreessen Horowitz, la rama de capital de riesgo de Coinbase; el fundador de LinkedIn, Reid Hoffman; y Day One Ventures.

Polémico método de registro

Una imagen de las piezas del dispositivo que escanea los iris oculares.

Alexander Blania, director de Worldcoin, explicaba entonces que su criptomoneda tiene como objetivo ayudar a las economías en su transición a las criptomonedas, a través de un enfoque novedoso que utiliza un dispositivo de hardware que "garantiza tanto la humanidad como la singularidad de todos los que se registran mientras se mantiene su privacidad y la transparencia general de una cadena de bloques sin permiso (redes descentralizadas abiertas que están disponibles para que cualquiera pueda acceder e interactuar)".

El dispositivo en cuestión, denominado Orb, es un artilugio esférico de color plateado y del tamaño de una pelota de baloncesto, con un precio de alrededor de 5.000 dólares. Nadie tendría que comprárselo, obviamente, para optar a esa renta universal básica, pero sí dejar que ese aparato le escanee los ojos a cambio de 25 tokens de Worldcoin, cuyo precio no se conoce al estar aún en fase beta el proyecto.

La propuesta de Worldcoin de registrar el iris ocular como identificador único ha suscitado dudas y desconfianza en algunos sectores. Aunque Blania ha asegurado que el proceso produce un código numérico único para cada usuario y que la imagen se borrará y nunca se almacenará, el hecho de que se utilice un dato biométrico ha generado preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los usuarios. No tardó en salir a la palestra el que fuera analista de la CIA Edward Snowden alertando sobre los peligros del procedimiento.

Última ronda de financiación

La compañía de Sam Altman, exsocio de Elon Musk, está actualmente en búsqueda de un inversor para su última ronda de financiación. Según fuentes con conocimiento directo del asunto, la empresa se encuentra en conversaciones con fondos soberanos de inversión que aporten 120 millones de dólares. La oferta se estructurará como una venta de acciones más garantías simbólicas.

A pesar de que Worldcoin no ha emitido comentarios oficiales al respecto, el aumento en la búsqueda de financiación coincide en el tiempo con el éxito sin precedentes de OpenAI y su ChatGPT.

Worldcoin recaudó otros 100 millones de dólares de Khosla Ventures y 16z en marzo de 2022, lo que hizo que su valoración alcance los 3.000 millones de dólares.

La startup tiene actualmente más de 1,2 millones de registros en su sitio web y se espera que el token sea lanzado de aquí al mes de junio.

El plan de Altman y sus socios es registrar 1.000 millones de usuarios en los próximos dos años a través de los "Orbs" repartidos por todo el planeta. Hasta el año pasado se habían distribuido en 12 países, entre ellos España.