ERC planteará este martes en el Congreso el debate para la toma en consideración de su última proposición de ley. Versa sobre la regulación del cannabis. Las posibilidades de que prospere son mínimas porque el PSOE cerrará la puerta, a no ser que haya cambiado de posición durante el último año y medio. Es lo que ha transcurrido desde que se discutió en el pleno de la Cámara una fallida proposición de ley de Más País relativa a… la regulación del cannabis.

Entonces, 19 de octubre de 2021, una aplastante mayoría de 263 diputados, entre ellos los 120 del grupo socialista, tumbó la iniciativa de Íñigo Errejón. Con todo, el diputado madrileño recabó 75 votos a favor. Los de Unidas Podemos estuvieron ahí, y también ERC, y a decir verdad el bloque de izquierdas al completo. No es un debate nuevo, por tanto. Tampoco lo es el resultado que se vislumbra este martes.

La regulación del cannabis es uno de esos asuntos que, otra vez, cava una zanja que separa al PSOE de las formaciones situadas a su izquierda. La cuestión implica alcance político; pocas cosas en el Congreso se libran, en realidad, de él. Que vuelva a abrirse una grieta en la mayoría progresista una semana después de que los socialistas se quedaran solos en la votación de una propuesta de Unidas Podemos para dar la nacionalidad a ciudadanos saharauis delata el fino, pero eficiente, equilibrio en el que se sostienen Pedro Sánchez y sus aliados.

Para consuelo de los socialistas queda, al menos, la votación. La que se prevé este martes no hará mucho daño, ya que no se tomará en consideración la proposición de ERC. La iniciativa de Unidas Podemos de hace siete días sí se admitió gracias al PP. Y dolió.

Viejo conocido del registro

La propuesta de la formación independentista es la segunda acerca de la regulación del cannabis que se debatirá en el pleno, efectivamente, pero la tercera en el registro del Congreso. Unidas Podemos volvió a presentar en abril de 2022 una proposición de ley de regulación y control en personas adultas. Desde septiembre aguarda el momento que ahora vivirá la medida de ERC. La de Más País, la que fue rechazada, completa la terna.

Esta proposición de la formación catalana ha tenido varias vidas. Inicialmente la registró en septiembre de 2021, pero la retiró en febrero del año pasado. Volvió a presentarla en mayo. Llegará más lejos, aunque no mucho. Cabe insistir en que el desenlace esperado es el rechazo de la mayoría PSOE-PP.

Esquerra, como Unidas Podemos y Más País, hace hincapié en la evolución de la percepción social que se ha producido en España acerca del uso y consumo de cannabis. Recuerda que un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en 2021, mostró que más del 90% de los ciudadanos defiende un marco regulatorio, aunque únicamente para fines terapéuticos. Cerca de un 50%, señala ERC en la exposición de motivos, aboga por una regulación destinada al uso lúdico.

En España, como es sabido, la comercialización del cannabis está prohibida. Ello, sin embargo, “entra en cierta colisión con la legislación que permite el cultivo de las plantas cannabinoides, así como la producción y fabricación de sustancias derivadas, destinadas a finalidades terapéuticas y a la investigación científica”, remarca ERC en su propuesta.

Según la exposición de motivos de los republicanos, el enfoque prohibicionista alimenta un mercado sumergido, fomenta el fraude fiscal y compromete la salud de los consumidores, pues no existe control alguno. Son argumentos a favor de una regulación que, en el texto, alcanza ámbitos como el cultivo, la tenencia, el transporte, el consumo en espacios privados y en la vía pública, la comercialización, la dispensación, la venta, la información y sensibilización, la investigación o el control, a criterio del grupo de Gabriel Rufián, que adjunta, además, un régimen sancionador.

Por si fuera poco, recuperan iniciativas del mismo cariz impulsadas en parlamentos autonómicos como el de Navarra o el de Cataluña. El Tribunal Constitucional tumbó ambas.

La regulación, según Unidas Podemos

Una comparativa a vuela pluma indica que la más exhaustiva y completa de las tres proposiciones es la de Unidas Podemos, registrada, calificada ya por la Mesa y con la conformidad del Gobierno etiquetada. Aguarda la toma en consideración, si es que los “morados” se deciden por ella cuando les toque cupo.

Al igual que ERC, el grupo de Pablo Echenique se nutre de la estadística para defender su posición, desgranada en la exposición de motivos. Acude a un estudio de la Delegación del Plan Nacional sobre Drogas para recalcar que al 60% de la población “le resulta fácil o muy fácil acceder al cannabis”. En esta línea, señala el aumento del porcentaje de consumidores desde 1995, que ha llegado hasta el 38%, y recupera ese dato del CIS que citaba Esquerra, el casi 50% de ciudadanos partidarios de la regulación.

Regulación que lograría “generar los suficientes recursos como para afrontar y desarrollar programas” de información y sensibilización sobre los daños y riesgos del producto. Regulación que se expandiría por el autocultivo, el cultivo, los clubes sociales, el acceso con fines medicinales, la tenencia, el consumo, etcétera. Propone la creación de un organismo gestor, la Agencia Española de Control de la Regulación Integral del Cannabis (AECRIC). Esto es algo que a ERC no le hace gracia.

Aquel debate de octubre de 2021

La creación de una agencia estatal formaba parte de aquella propuesta de Más País que se expuso al debate de admisión a trámite y lo perdió. No se llamaba igual, pero en esencia era el mismo órgano.

Errejón decidió la defensa de esa proposición de ley porque en su equipo comprobaron que podía ‘viralizarse’. La regulación del cannabis es un debate recurrente porque no sólo se ha identificado una demanda interna, sino también externa, como demostrarían las regulaciones por las que apuestan países del entorno.

Coincide Más País con Unidas Podemos y con ERC en que sacar el cannabis del “mercado sumergido” afloraría “una importante fuente de ingresos” vía impuestos, como sucede con el tabaco y el alcohol. Es común en las tres propuestas la crítica al planteamiento ‘prohibicionista’. También es común el enfoque en salud pública. Estos tres elementos (hay más) se superponen a las diferencias, y por ello, ERC, Unidas Podemos y Más País votan igual. Según informa Efe, este martes seguirán el patrón.

La subcomisión del PNV

Y el PSOE seguirá el suyo. El día en que Errejón salió en defensa de su proposición, el ponente socialista que le replicó, Daniel Viondi, pidió diferenciar entre fumar cannabis y los “componentes psicoactivos” del cannabis, que son la ansiedad y la depresión. Para los socialistas, antes que afrontar la discusión sobre la regulación, es mejor “avanzar en el ámbito terapéutico medicinal”. “El cannabis no es ninguna solución; es un problema”, ahondó el diputado socialista.

Viondi dio una clave de aquella sesión plenaria: “avanzar en el ámbito terapéutico medicinal”. Se había formado tres meses antes una subcomisión para el estudio de las propiedades medicinales del cannabis. Los trabajos duraron un año. El verano pasado, el informe vio la luz. El grado de consenso que respaldó el documento fue notorio por transversal. Entraron PP, Cs y Unidas Podemos, entre otros grupos.

Corolario: regulación ahora, no; dispensación con fines sanitarios, sí. Esto es lo que el informe de la subcomisión puso negro sobre blanco a pesar de los votos particulares. Como pilares del texto, una “respuesta apropiada a las peticiones de comercialización”, la consagración de la Agencia Española de Medicamento como organismo regulador y más disponibilidad de preparados de cannabis en las farmacias, a las que se aconseja facultar para “elaborar fórmulas magistrales” para usos directos, son pilares del texto, pero no los únicos. Porque los grupos firmantes dejan claro que el ámbito que hay que respetar es el clínico, nada más.

“Se debe evitar que la disponibilidad de cannabis para usos terapéuticos pueda llevar a una mayor disponibilidad y consumo de cannabis fuera del contexto sanitario”. Es una de las recomendaciones del informe de la subcomisión, propuesta a instancias del PNV.

ERC y EH Bildu no compartieron todo el contenido. Quieren ir más allá. Propugnan una regulación que trascienda lo sanitario, como Unidas Podemos, Más País, Compromís, BNG e incluso Cs, que apoyó la toma en consideración de la propuesta de Errejón con la condición de negociar el contenido mediante enmiendas de muy variada índole. Pero mientras PSOE, PP y PNV no muestren el más mínimo indicio de acordar una norma más ambiciosa que la mera regulación sanitaria, no habrá viaje parlamentario de ninguna propuesta, como le va a pasar a Esquerra.

Lo que no quita que se sigan presentando y debatiendo.