-‘Cáncer: se puede y se debe’ es el título de su conferencia de este viernes, ¿qué se puede y se debe hacer en este campo?

-La charla se va a centrar en tres temas fundamentales, como son la prevención, diagnóstico y tratamiento, con una reivindicación de la investigación en esta materia, haciendo referencia al cáncer de piel en particular, que es mi tema, pero también a otros, así como a lo que se ha logrado desde la investigación.

-Experta en el campo del melanoma, ¿qué avances ha habido en los últimos años?

-El melanoma es un cáncer muy agresivo, en el que una lesión de un milímetro puede tener una gran capacidad de diseminación por el organismo, y en su lucha ha sido muy importante el avance en el diagnóstico a través de la inteligencia artificial, que se ha mostrado como una herramienta muy útil para separar por ejemplo las células benignas de las malignas. Además, también se están llevando a cabo terapias más personalizadas y dirigidas a las alteraciones moleculares; la utilización de la inmunoterapia para atacar el cáncer de piel está permitiendo una respuesta de entre el 50 y el 60 %, aunque es cierto que todavía hay grandes cifras de pacientes que no responden y debemos trabajar en ello.

-Habla de que están obteniendo una respuesta de hasta el 60 % con inmunoterapia y terapia personalizada, ¿es un logro de ahora o ya llevan tiempo manejando estas cifras?

-Es algo reciente y muy significativo porque hace doce años la vida media de una persona con melanoma metastásico era de menos de un año y respondía al tratamiento un 15 %. Hoy la calidad de vida a cinco años ha mejorado y en ensayos clínicos se está obteniendo el 65 % de respuesta. Ha habido muchos avances, no sólo en melanoma, sino en otros tumores como el de mama, vejiga o pulmón, y hay una gran necesidad de investigación en cánceres como el de páncreas, que no se conocen mucho.

-¿Cómo está España a nivel investigador en este ámbito?

-Precisamente ésa es otra parte de la charla que me hace mucha ilusión abordar porque miramos mucho hacia Estados Unidos y Europa, donde hay un trabajo muy competitivo, con unos niveles de financiación que no tenemos aquí, pero España cuenta con la Asociación Española de Investigación del Cáncer, que cumple cuarenta años, y a través de ella queremos poner en valor y dar visibilidad a los investigadores que hay en nuestro país, puesto que contamos con grupos muy punteros, menos de los que debería haber, pero más de los que se conocen.

-¿Por qué no se conocen esos grupos punteros a nivel investigador que usted menciona?

-Existen varios factores, ya que en parte se debe a que los investigadores nos enfocamos a nuestro trabajo y, aunque nos conocemos en nuestro ámbito, el público lo desconoce porque no se le dedica espacio. Es un problema de desinformación en cierta medida, igual porque no hay divulgadores, aunque está cambiando y empieza a tener más presencia la ciencia.

-¿Y cómo se podría favorecer un mayor peso de investigadores de altísimo nivel?

-Para que haya más grupos punteros es fundamental una mayor financiación y que haya planes por la ciencia, que se pongan en marcha políticas a largo plazo que lo favorezcan. Se necesita una planificación a medio y largo plazo que nos permita ser competitivos para atraer talento. Nos falta eso y, por contra, hay un exceso de burocracia.

-¿Se refiere a financiación por parte de las diferentes administraciones públicas?

-Financiación por parte de las administraciones, pero eso solo no es suficiente, la filantropía a título individual debería estar más favorecida. Desde Aseica llevamos planteando la necesidad de una ley de mecenazgo que haga atractivo invertir en ciencia. Y hacen falta también colaboraciones con la industria.

-¿En qué situación se encuentra la investigación en Galicia?

-Galicia cuenta con centros muy buenos de investigación como el CiQUS, el CiMUS. Hay grupos muy competitivos a nivel internacional en el ámbito de la nanotecnología o la biomedicina. Tienen un gran potencial, pero falta un mayor apoyo a la investigación, faltan programas de atracción de talento de alto nivel competitivo, como ya tienen en el País Vasco o Cataluña, y deben desarrollarse. Hay muchos centros, pero falta una integración, no porque ellos no quieran, sino a nivel de administración.

-Su conferencia de este viernes se enmarca en el ciclo ‘Mulleres na cima’, ¿le ha resultado difícil llegar a donde lo ha hecho en su carrera por su condición de mujer?

-Debo decir que si yo estoy en un puesto de responsabilidad es porque lo he peleado mucho, también los hombres; pero en mi caso era difícil desanimarme, tenía muy buenas notas y he intentado ir a los mejores centros. No obstante, todavía hay sesgos de género, no sólo en mi caso. Desde Aseica y Aseica Mujer vemos que empiezan en biomedicina el 65 o 70 % de mujeres, y sólo queda el 30 %. Me pone en alerta cuando se dice que ya somos muchas mujeres y que es cuestión de tiempo que lleguemos a actuar a muchos niveles porque eso ya era así hace diez años y no ha cambiado. Hay que provocar y favorecer un cambio. Es necesario visibilizar a las mujeres, que haya referentes femeninos, que las carreras científicas se muestren como atractivas. Debemos romper ya con el síndrome de la impostora y actuar a nivel de colegios e institutos, mostrando referentes y ofreciendo orientación profesional; impulsar políticas activas de conciliación y buscar la paridad porque en los paneles de evaluación donde la hay, el resultado es más importante.

-Recién estrenada en el cargo como presidenta, ¿qué retos se propone al frente de Aseica?

-Los retos pasan por tener mayor impacto en general, aumentar los 1.400 socios con los que cuenta la asociación, ser útiles e impulsar a que haya más investigadores básicos, clínicos y trasnacionales, y que puedan avanzar mejor . Y por ser muy reivindicativos con el impulso a la I+D+i.

-¿Qué consejos daría para prevenir el cáncer de melanoma?

-Partiendo de que el mejor cáncer es aquel que no se desarrolla nunca, sí podemos controlar algunos aspectos preventivos. Sabemos que el tabaco es uno de los mayores factores de riesgo, al igual que el alcohol y, con respecto al melanoma, es muy importante evitar las quemaduras solares, sobre todo en la infancia, puesto que la piel tiene memoria.