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Fármacos

El mercado negro de los ansiolíticos

Han aparecido en redadas en pubs | Su precio en la venta ilegal puede multiplicarse por 40 respecto al coste de farmacia | “Hay que preocuparse”, señalan desde la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga Alborada

ansioliticos

La venta de ansiolíticos en el mercado negro es una realidad: lo confirman agentes del orden y la Sociedad Española de Psiquiatría aunque reconocen que de momento es “minoritario”. No obstante, desde centros como Alborada ponen la atención sobre ello. “Hay que preocuparse. España es el primer país del mundo en consumo de ansiolíticos, alrededor de 55 dosis por cada 1.000 habitantes. Supone el 5,5% de la población tirando por lo bajo. A partir de ahí hay un mercado importante de benzodiacepinas; hablamos de tranquilizantes. En el mercado negro, vienen costando 40 veces más que en la farmacia”, explica Jesús Cancelo, director de la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga Alborada.

Este menudeo de ansiolíticos queda demostrado en redadas como la acontecida a finales del pasado año cuando la Guardia Civil se incautó de casi 900 pastillas de benzodiacepina y analgésicos en un pub en Baiona (Pontevedra).

La psiquiatra Marta Torrens, de la Asociación Española de Psiquiatría y que trabaja en el Servicio de Adicciones del Hospital del Mar en Castellón, reflexiona que “dentro de los ansiolíticos los que tienen más riesgo de crear abuso en su toma son las benzodiacepinas”.

Torrens reconoce que “preocupa un poco que se prescriben mucho en España. Nos están indicando que prescribamos menos”, para recordar los datos de la Encuesta de Sustancias Psicoactivas del Plan Nacional sobre Drogas, realizada a personas entre 15 y 64 años de edad. Detalla que en ella la primera sustancia que aparece como más consumida en el Estado es el alcohol, seguida del tabaco para en tercer lugar figurar las benzodiacepinas, seguidas muy de cerca por el cannabis y ya en quinto lugar, la cocaína.

Estos tranquilizantes son consumidos con prescripción médica sobre todo por adultos a partir de los 35 años, entre los que abundan más las mujeres que los hombres, según los datos oficiales. Pero Torrens matiza que “se ha visto en los últimos seis años que una parte de estas medicinas se toma sin receta. Esta sería la más susceptible al tráfico [de estupefacientes] pero es poco representativo y está estabilizado. No es un problema que se haya desbocado”.

¿Quién y cómo los vende?

Sin embargo, ¿por qué entran estas sustancias en el mercado negro y quién las compra y vende? Para comenzar a entenderlo, la catedrática de Psiquiatria y profesora en la Universidad de Vic Marta Torrens explica que estos tranquilizantes “funcionan muy bien cuando uno está muy inquieto y algunos actúan muy rápidamente. Cuando uno es heroinómano y está muy ansioso se toma estos fármacos”. Pero en los últimos años, se ha observado que hay jóvenes que les quitan los ansiolíticos a sus padres al estar estos últimos a tratamiento.

“La gente joven también los puede tomar con frecuencia (las benzodiacepinas) e incluso mezclándolas con alcohol”, explica Cancelo.

"Tenemos pacientes que tienen la denominada patología dual, trastorno de la personalidad además de la adicción"

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Además, “en Alborada –prosigue– tenemos pacientes que tienen la denominada patología dual, trastorno de la personalidad además de la adicción. Muchos tienen trastorno de ansiedad. En estas personas es imposible el control de la medicación. Entonces pueden tomar las medicinas o venderlas. También hay metadona en el mercado negro”.

Jesús Cancelo detalla que “nuestros pacientes venden las benzodiacepinas para comprar droga, fundamentalmente cocaína. Cuando tienen mucha necesidad de crack, que está haciendo estragos, una manera de subvencionarse es vender su propia medicación. También hay otras formas, recurriendo a los medicamientos de la gente mayor de su casa que está a tratamiento. Después hay mil triquiñuelas como ir a Urgencias. Hoy por hoy, un camello cualquiera está provisto de todo”.

Torrens recuerda que cada época pone de moda su benzodiacepina. En los años 90, “hubo un problema con el Rohypnol, un ansiolítico [que acabó siendo prohibido en Estados Unidos]. Con él, hubo que cambiar la formulación y las dispensaciones. Después, recuerda, apareció el problema del Trankimazin. Últimamente, el que parece que se está poniendo de moda es el Rivitril y es con el que puede haber más tráfico” ilegal.

Desde los servicios públicos de salud reconocen saber cuándo empieza a haber problemas con una determinada sustancia. “¿Cómo lo detectamos los que nos dedicamos al tratamiento de adicciones? Porque son los fármacos cuya receta de repente se pierde. Los pacientes comienzan a decir que se les ha acabado, que lo han perdido, que no les llegan las dosis...”, señala Torrens.

La psiquiatra, no obstante, opina que “una ventaja que tenemos en España es la receta electrónica. Te ayuda a controlar mucho. En los 90, con el Rohypnol uno de los problemas era la falsificación de recetas, era una manera para conseguirlo. Ahora, se ha bajado ese riesgo no solo con las benzodiacepinas sino también con los opiáceos de prescripción médica”.

Cruz Blanca del Plan Nacional de Drogas para Alborada

La Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga Alborada acaba de conocer que recibirá la condecoración de la Cruz Blanca de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas.

La convocatoria para su recogida está marcada para el 28 de febrero en el Ministerio de Sanidad en Madrid.

Alborada es una asociación que cuenta con una comunidad terapéutica para personas que necesiten tratamiento de desintoxicación a sustancias no autorizadas. El centro para este fin se encuentra en Tomiño.

Además, dispone de un centro de día en el que pueden realizar las distintas actividades personas que ya están desintoxicadas. El fin es “la deshabituación de su drogodepedencia y el inicio de la incorporación social del paciente. La duración del tratamiento es de seis meses”, según señala la asociación.


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