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Viaje

La insólita visita de Rockefeller a Galicia

El joven heredero de la familia más rica de todos los tiempos estuvo dos días en Mondariz en agosto de 1929 | Allí se entrevistó con el dictador Miguel Primo de Rivera

John D. Rockefeller III y Blanchette Hooker Rockefeller en Rockefeller Plaza, Nueva York, alrededor de 1968. BERNARD WOLF

En su tiempo la familia Rockefeller era, comparativamente, mucho más acaudalada que lo que hoy puedan ser magnates como Elon Musk –considerado la persona más rica del mundo–, Bill Gates, Jeff Bezos o Amancio Ortega. Por eso la visita de su joven heredero, John D. Rockefeller III, a la localidad pontevedresa de Mondariz, puede considerarse un hecho insólito. Ocurrió en agosto de 1929 y de ello hablará hoy (20.00 horas) en la Fundación Barrié de A Coruña el periodista Fernando R. Ojea.

Con motivo de la exposición “Buda y Shiva, Loto y Dragón: obras maestras de la colección de Mr. and Mrs. John D. Rockefeller III en Asia Society”, varios expertos abordan en la Fundación Barrié diferentes aspectos de la exposición. Hoy Fernando R. Ojea glosará la visita a Galicia del primogénito de la familia más rica de todos los tiempos para conocer al jefe del Gobierno, el general Miguel Primo de Rivera, que descansaba en el Balneario de Mondariz.

En 1929 John D. Rockefeller III (1906-1978) tenía 23 años y acababa de graduarse en la Universidad de Princeton. El joven heredero de la familia que en el siglo XIX ostentó el monopolio del petróleo –algo que las leyes impedirían que se repitiese– realizó una vuelta al mundo de 4 meses para completar su formación universitaria, y que forjó su querencia por la cultura asiática. Desde Nueva York tomó un barco hasta Gibraltar, y, ya en España, viajó a Mondariz desde Santander en un coche que alquiló. Estos datos los sabemos gracias a la investigación de Fernando R. Ojea, actualmente director de Contenidos en la CRTVG, y que en 2006 halló una reseña de esta visita en la publicación semanal 'La temporada', que reflejaba la actualidad del balneario. Aquello le intrigó y, en su búsqueda, encontró un artículo en 'El Pueblo Gallego' periódico desaparecido en 1979. Incluía una foto borrosa y los nombres de John Rockefeller y James McDonald. “Probé suerte enviando un mensaje al archivo de la Fundación Rockefeller, y una persona muy mayor me contestó”, relata Ojea, que obtuvo de esta forma los diarios del magnate estadounidense. En sus hojas quedó reflejada, entre otras anécdotas, la atracción del joven Rockefeller por una de las hijas de Miguel Primo de Rivera, que también se alojaban en el balneario. “Quería conocer al rey [Alfonso XIII] y al jefe de Gobierno, tenía curiosidad por saber cómo era un dictador”, apunta el periodista gallego.

Desde el balneario de Mondariz, donde estaba también hospedado el jefe de Gobierno de Portugal, Rockefeller fue en coche a Pontevedra para ver los toros de la Peregrina, de los que no se llevó buena impresión. En total, pasó dos días en Mondariz, referente en turismo de aguas termales desde finales del siglo XIX. El Gran Hotel, donde se alojó, sufrió un devastador incendio en 1973.

Fernando R. Ojea remarca que la visita de Rockefeller se produjo en una época apasionante, de “calma chicha” antes de la tormenta del crac bursátil de 1929 y de la dimisión de Primo de Rivera en enero de 1930. “Preparaba la llamada ‘constitución de Mondariz’: propugnaba un gobierno apoyado por una cámara de representantes apolítica y elecciones en abril de 1931”. Hubo comicios en abril de aquel año, pero no los que planeaba el general jerezano: fueron las elecciones municipales del 12 de abril, que desembocaron el advenimiento de la Segunda República.

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