Incluso el cielo lloró poco antes del adiós al Hespérides, aunque dio una tregua para que decenas de madres, padres, hermanos e hijos, muchas de ellas con lágrimas recorriéndoles las mejillas, acudieran este viernes al muelle Almirante Juan de Borbón del Arsenal para dar un emotivo y sentido abrazo a aquellos que parten en esta nueva aventura.

El buque de investigación oceanográfica, despedido entre las bocinas de otros barcos del muelle y la música de la Unidad de Música del Tercio de Levante de la Infantería de la Marina, zarpó en torno a las 10.00 de la mañana para iniciar su XXVII Campaña Antärtica. La principal misión del Hespérides en el continente helado, como tantas veces ha hecho ya antes, es la realización de campañas científicas a bordo. En total, está previsto que el buque realice un total de cinco proyectos, en las que cooperan diferentes universidades e instituciones científicas. 

Uno de ellos, Challenge, está liderado por la Universidad de Barcelona y tiene como objetivo analizar las presiones humanas y naturales que desafían a los ecosistemas que pueblan el lecho marino antártico. Otro de ellos, Perpantar, dirigido por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), estudia las variaciones de la personalidad motivadas por el cambio climático que sufren los pingüinos antárticos. Por su parte, Goleta es un proyecto de la Universidad de Granada que estudia las propiedades eléctricas del manto terrestre bajo la Antártida con el objetivo de conocer mejor los procesos de congelación y deshielo que condicionan las variaciones del nivel del mar a escala global. 

Por último, el Instituto Hidrográfico de la Marina comenzará la séptima fase del proyecto Galileo, avanzando en la complejidad de las pruebas a realizar para la validación de la señal recibida de los satélites de dicha constelación en altas latitudes, y de la que se espera poder verificar experimentalmente la superioridad de Galileo frente a GPS y otros sistemas globales de navegación por satélite en altas latitudes. Estos proyectos llevarán al Hespérides hasta Bahía Margarita, por debajo del Círculo Polar Antártico. 

Durante los meses de febrero y marzo, el Hespérides realizará la campaña oceanográfica Polar Change, un proyecto dirigido por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) y que cuenta con la colaboración de investigadores de catorce nacionalidades diferentes. Su objeto de estudio será el papel de los aerosoles marinos en la regulación del clima de la Tierra y se desarrollará en aguas próximas a la Península Antártica y en la zona norte del mar de Weddell. 

189 días de expedición

El Hespérides no regresará a Cartagena hasta el 19 de mayo de 2023, tras haber navegado más de 24.000 millas náuticas una distancia equivalente a una vuelta al mundo. Un total de 189 días que permanecerá fuera y en los que el más de centenar de personas que componen la dotación no podrán ver a sus familias. “Os quiero” fue la última palabra que se le oyó decir a Daniel Duarte, marinero de máquinas, antes de embarcar al buque. Su padre, Germán, relató poco después a La Opinión que se sentía “triste” por su marcha, pero al mismo tiempo “muy alegre por él, ya que esta viviendo una experiencia increíble y única”. “Ahora nos esperan 6 meses de incertidumbre y de esperar con deseo a que suene el teléfono para que nos cuente como va todo”, contaba apenado, pero con una sonrisa. 

Medidas para prevenir el Covid

Las dos anteriores campañas del Hespérides estuvieron altamente influenciada por la incidencia del Covid entre los tripulantes, lo que lastró las campañas. El Comandante del buque, el Capitán de Fragata, Rafael F. Aguirre Pastor, expresó su deseo de que esta nueva expedición no pase por el mismo problema. Por ello, la dotación ha adoptado un estricto protocolo para prevenir y mitigar la incidencia de esta enfermedad puesto que, “pese a que la pandemia esté más controlada, aún persiste”, según ha subrayado Aguirre. Así pues, según ha detallado el comandante, se ha llevado a cabo un alistamiento responsable predespliegue, de modo que la tripulación limitó los lugares a los que podía acceder ocho días antes de zarpar, tests de antígenos antes de salir a la mar y el establecimiento de una burbuja a bordo “que permita que la campaña se realice con todas las garantías”. Más adelante embarcarán los científicos y técnicos, que habrán pasado previamente una PCR y estarán los primeros siete días a bordo con mascarillas y sin mezclarse con la dotación del buque. La tripulación también está preparada con un plan de contingencia en caso de que "la cosa se complique", según ha explicado Aguirre.

Nuevo buque en marcha

El Hespérides, todavía “tecnológicamente muy avanzado”, aún sigue “aguantando y dando el cayo” pese a sus más de 30 años de antigüedad y miles de millas náuticas recorridas, equivalentes a decenas de vueltas al mundo. Y aunque la Armada está contenta con su desempeño, “está en estudio la fabricación de un nuevo buque de similares características”, según ha asegurado el Capitán de Fragata, Rafael Aguirre Pastor, quien ha precisado que “todavía no hay datos concretos en cuanto a la construcción y los plazos”.