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Sanidad

Virus emergentes: las amenazas sanitarias que están por venir

"Es cuestión de tiempo que la fiebre del Nilo occidental sea un problema sanitario", avisa el virólogo y experto en virus emergentes zoonóticos, Miguel Ángel Jiménez Clavero | El CSIC mantiene en activo un equipo multidisciplinar para controlar el avance de este patógeno que dejó ocho muertos en Sevilla en 2020

Miguel Ángel Jiménez Clavero, virólogo y especialista en virus emergentes zoonóticos. Jorge Fraile

Casi superada la pandemia de covid-19, o al menos su urgencia, una de las preguntas más recurrentes ahora es saber cuál será la próxima amenaza sanitaria. Si hay pistas sobre cuál será, más fácil será anticiparse y responder de forma más rápida para minimizar el impacto sanitario o económico. Precisamente, este es uno de los principales objetivos de la plataforma interdisciplinar Salud Global puesta en marcha por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y cuyas segundas jornadas científicas se han celebrado esta semana en València.

Se formó con la colaboración de 400 investigadores de más de 40 institutos de investigación diferentes para dar respuesta a la covid-19 pero, una vez organizada, ha servido también para "especializarse" en otras amenazas: ahí están los grupos formados para hacer seguimiento a la viruela del mono y también, en 2020, a la fiebre del Nilo occidental (WNV por sus siglas en inglés), otro virus procedente de animales que dejó ese verano de 2020 el peor brote conocido hasta el momento en España: ocho muertos y muchas personas afectadas en Coria del Río, Sevilla.

La viróloga y cocoordinadora de las jornadas, Margarita del Val, ha puesto de hecho este grupo como experiencia de éxito ya que, desde entonces, se han vuelto a dar casos de esta enfermedad en humanos pero sin desembocar en un brote de tal magnitud. Con todo, los expertos especializados en este tipo de virus emergentes zoonóticos (que saltan desde los animales) como el virólogo Miguel Ángel Jiménez Clavero (del centro de Investigación en Sanidad Animal del INIA-CSIC) tienen claro que la amenaza está ahí. Para él resulta perentorio mantener una buena vigilancia como las implantadas en Andalucía desde el brote "porque ya ha habido brotes este año en Cataluña y de nuevo en Andalucía y podemos decir que en la Comunidad Valenciana es cuestión de tiempo que la fiebre del Nilo occidental pueda convertirse en un problema sanitario", concede.

De las aves a las personas

La explicación es sencilla, el virus ya está en España y también lo está el vector que ayuda al virus a pasar de los animales a los humanos: en este caso los mosquitos comunes: "los culex pipiens. Son mosquitos domésticos y están distribuidos por todo el mundo. Es el que te pica por las noches y te zumba en los oídos". Y estos los tenemos ya aquí, no ha hecho falta "importarlos" como ha pasado con el mosquito tigre (Aedes Albopictus) que tras su expansión y consolidación en todo el territorio ha supuesto que ahora también tengamos que cuidarnos de enfermedades hasta ahora tropicales como el chikunguña o el zika.

En el caso de la fiebre del Nilo occidental, el mosquito ya está asentado y el clima templado de zonas como la mediterránea, es ideal para que el ciclo de infección que se da entre aves y mosquitos "prospere mejor y eventualmente, se puede desbordar afectando a caballos y a humanos, a entornos antropizados, usando como vector puente al mosquito común".

Esto ya ha pasado en la Comunidad Valenciana. Según el experto "el año pasado hubo un caso confirmado en un caballo en Castellón", de ahí que tenga claro que la amenaza está y que es "básico controlar a los mosquitos", algo que se ha implementado en Andalucía desde el brote de 2020 gracias a equipos como el de Jordi Figuerola, de la estación biológica de Doñana, que iba a participar en las jornadas pero finalmente no pudo.

Jiménez Clavero: "Es básico controlar a los mosquitos. El año pasado ya hubo en Castelló un caso de fiebre del Nilo en caballos"

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"Figuerola ha conseguido saber cuál es la especie de mosquito que preferentemente está involucrada en el ciclo en Doñana, el 'culex perexiguus' que está en zonas rurales y no le gusta picar a humanos, solo a aves. Pero ese ciclo puede desbordarse y llegar a caballos y humanos saltando a los mosquitos que sí nos pican a nosotros. Se está estudiando", explica Jiménez Clavero. Y el problema no es menor porque la fiebre del Nilo occidental suele cursar en el 80% de los casos de forma asintomática pero no siempre es así y ahí está el brote de Coria del Río.

"De cada 2.500 personas infectadas, 2.000 lo van a pasar si enterarse, 490 van a atener como un catarro autolimitado, 10 un cuadro neurológico o de encefalitis y de ellos, uno puede morir", explica Jiménez Clavero. Las ocho muertes de Sevilla suponen que había "miles de casos, todo el pueblo expuesto e infectado".

El cambio climático ayuda

Sobre cómo está afectando el cambio climático a la llegada de más virus emergentes, el virólogo tiene claro que el calentamiento global está haciendo que muchos de ellos que se propagan gracias a vectores hayan llegado a zonas que antes no llegaban. Igual que ha pasado aquí con el mosquito tigre, ha llegado al norte de Europa la enfermedad de la lengua azul "propia de rumiantes transmitido por una pequeña mosca, un culicoides que llegaba al paralelo 40 (que pasa por Castelló) pero se ha establecido en Suecia porque allí no hace ya tanto frío. Esto no pasaba y ahora pasa cada vez más y esto sí es directamente achacable al cambio climático", explica.

"El cambio climático está afectando: La lengua azul, una enfermedad de los rumiantes, no pasaba del paralelo 40 que pasa por Castelló y ya está implantada en Suecia"

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Con todo, el experto recuerda que no todo es achacable al calentamiento global. "Sobreestimamos el efecto del cambio climático y subestimamos otros. Está claro que el calentamiento global influye en que los virus se asientan donde antes no lo hacían, el ciclo vital de los mosquitos es más rápido y caben más ciclos en una temporada que además se alarga pero hay un cambio global, es la huella que producimos en la naturaleza, esa pérdida de biodiversidad, contaminación ambiental... todo afectan a la distribución de los patógenos que además se ve favorecida por la globalización, por ese transporte rápido de mercancías y personas", con el que también viajan los virus y sus vectores.

Fiebre del Nilo, virus Usutu...

El grupo de expertos controla de cerca el virus del Nilo occidental pero también tienen bajo el radar otras amenazas. "Hay varios virus transmitidos por mosquitos bajo el radar", reconoce. Solo de la familia de los flavivirus (como la fiebre del Nilo Occidental), el virólogo nombra el virus Usutu "africano, muy parecido al del Nilo pero menos patógeno" o el virus Bagaza "que ya circula en el sur de España y afecta a aves de caza como perdices y faisanes". "Todos son transmitidos por mosquitos y las aves están involucradas. Son protagonistas de las investigaciones porque ya están aquí pero sí están, podemos pensar que cualquier otro flavivirus al que le guste viajar pueda alcanzar España", y ahí está también "la encefalitis japonesa, que es bastante peor o la encefalitis de San Luis o la del Valle de Murray, australiana".

Y de toda la familia, "el jefe es la fiebre amarilla". "No tenemos miedo de que llegue porque no está aquí el vector que la transmite, el mosquito Aedes Aegypti pero si llega, tenemos un problema", reconoce Jiménez Clavero. Y no sería la primera vez. "Siempre cuento como anécdota que la fiebre amarilla causó unas epidemias mortíferas en el siglo XVIII y principios del XIX. Mató a varios diputados de las Cortes de Cádiz". Las condiciones ya se daban entonces para que el mosquito prosperara pero "desaparecieron afortunadamente. Pero si viene otra vez...". Mejor estar preparados.

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