Está claro que, los abrigos, son unas de las prendas con protagonismo indiscutible durante los meses más fríos. Algunas de las tendencias más actuales ya las hemos utilizado en el pasado y, ahora, recobran protagonismo por lo que, es muy probable, que puedas recuperar algunas de las opciones que nos recomiendan las pasarelas.

Una gabardina o trench siempre es una de las apuestas más seguras, especialmente, durante el otoño, una estación en la que las prendas de entretiempo son imprescindibles, y qué mejor prenda que una gabardina camel, tostada, beis o negra para que forme parte de un buen fondo de armario. Es elegante y atemporal y puedes combinarla con cualquier look. Las encontrarás reversibles (perfectas para tener dos en una) y, si ya te has cansado de tu gabardina más clásica, puedes optar por colores más arriesgados o con efecto metalizado. 

El abrigo de piel o napa (natural o sintética) es otra de las preferidas por las que más saben de moda. Han sido los protagonistas de las principales pasarelas del mundo y los encontrarás en multitud de colores. El abrigo negro efecto Matrix sigue siendo el más demandado, aunque puedes optar por otros colores más novedosos como el burdeos, el verde oliva o el azul oscuro. No es necesario llenar nuestro armario de colores clásicos que, al final, nos aburren mortalmente. 

Los abrigos de cuadros cruzados son otra forma de dar un toque diferente a nuestros estilismos y aprovechar diferentes combinaciones de color. Son todoterrenos que nos permite muchísimas combinaciones y da igual que los utilices con camiseta, tejanos y zapatillas que con un vestidazo y stilettos. Siempre estarás perfecta. 

Y, este año, no pueden faltar los abrigos con cuello y puños de pelo, porque siempre dan un aspecto elegante, chic y muy femenino. Son perfectos para la noche y para esos días tremendamente fríos en los que necesitamos un plus. 

Así que, busca y rebusca en tu armario, porque ¡seguro! que encuentras alguna de estas prendas en su interior. 

El vestido más chic de tu armario se luce con botas altas

Las pasarelas dictan tendencias, eso es cierto, y también lo hacen aquellas a quien (ahora) llamamos «prescriptoras de moda». Yo nunca me he tomado las tendencias como una orden, un imperativo ni, muchísimo menos, una obligación. Cuando miro las tendencias de las pasarelas o las prescriptoras de moda, me sorprendo al comprobar que eso ya me lo puse en su momento (hace más o menos años); otras veces me sorprende la genialidad y el arte de quien lleva una combinación de prendas novedosa y nunca vista y me empapo de su nueva idea y, en otras ocasiones (eso también me pasa), las observo con cautela y pienso «¡Dios mío!, ¡qué horror... se le ha ido la cabeza!»… sí, eso pienso a veces. Aún así, me parece divertido observar la genialidad (más o menos acertada) de la gente, que se toma la moda como una forma de expresar su personalidad, su estado de ánimo o su forma de entender el mundo. Por eso, me sigue sorprendiendo cuando oigo en boca de much@s esa frase lapidaria, pronunciada con cierta soberbia y aires de superioridad: «yo no sigo la moda» o «a mí, las tendencias me dan igual» como si eso les convirtiese, repentinamente y por influencia de los dioses (de todos los dioses, habidos y por haber), en el ser más inteligente del planeta... en esos casos pienso exactamente los mismo: «¡Dios mío!, ¡que horror... se le ha ido la cabeza!». 

Todas estas divagaciones se producen en mí al comprobar que una de las tendencias más actuales son los vestidos combinados con botas altas que ya hemos llevado, alguna vez, la mayoría de nosotras. Pero, como es una tendencia preciosa, cómoda y que queda estupendamente bien a todas las mujeres me ha llamado poderosamente la atención, sobre todo, porque ¡por fin! permite dejar de lado esa (boba y absurda) tendencia de ir en invierno con vestidos, sin medias y pasando frío. Particularmente, nunca lo he hecho ni lo he recomendado: las piernas moradas y con piel de gallina causada por el frío del invierno, porque así lo dictan l@s fashionistas de la moda, siempre me ha parecido de lo más incongruente. Este año, vuelven las botas altas, con vestidos midi, con vestidos largos, con vestidos mini… de estilo grunge, de estilo lady, de estilo casual o de estilo hipersofisticado, para ir a la oficina, para acudir a un cóctel o una cena….y ¡sí, puedes añadirle unas medias!  

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