Los roles de género se integran desde edades tempranas y se dejan sentir en múltiples facetas de la vida de niños y niñas, incluida la educativa: bien entrado el siglo XXI, la elección de actividades extraescolares continúa mostrando una fuerte diferenciación de género, ellas son abrumadoras mayoría en danza, ballet o flamenco y ellos casi las duplican en deportes como el fútbol, el tenis o el baloncesto.

Una investigación de la Universidad Complutense de Madrid sobre actividades extraescolares en España alerta de claras diferencias de género en las opciones que se eligen.

La participación de los niños de Primaria en extraescolares deportivas supera al de las niñas en 1,8 veces y la diferencia es mucho mayor en lo relativo a actividades de baile y danza: ellas son 7,6 veces más que ellos. Los investigadores también han registrado que los chicos acuden más a actividades de robótica y programación (el doble) y científicas (2,75 veces más), lo que "puede agravar la baja presencia de mujeres en carreras tecnológicas", mientras que las niñas son más en las extraescolares culturales como pintura, teatro y música (1,2 veces más).

"Aún hay una barrera muy grande, una diferencia estadística significativa y se perpetúa el estereotipo de 'ellas a bailar, ellos a hacer deporte' planteado por Núria Codina", explica a El Periódico de España uno de los investigadores del estudio hecho público este martes por la Complutense, Juan Pedro Franco.

Como desde 2007 España no realiza encuestas estatales sobre qué hace el alumnado español fuera del horario lectivo obligatorio, el equipo investigador ha procedido a analizar las publicaciones específicas sobre la materia elaboradas entre 2000 y 2020 y puso en marcha una encuesta para padres de menores que cursaran Educación Primaria para proceder a elaborar una radiografía de las actividades extraescolares en este país.

Alrededor del 62% del alumnado participa en estas actividades, principalmente de carácter recreativo. Los que van a extraescolares suelen hacerlo entre dos y cuatro días a la semana y un 27% de ellas tienen lugar en el propio colegio. Cuatro de cada diez familias gastan más de 70 euros mensuales en estas actividades.

El sesgo de género

El impacto de la variable del género ha sido uno de los resultados más destacados de la investigación: en las últimas décadas se ha ido reduciendo la brecha de la participación (que está actualmente en los cuatro puntos) y ya disfrutan de estas actividades casi tantas niñas como niños.

Sin embargo, no ha sucedido lo mismo en las opciones elegidas por unas y otros. Tan sólo los idiomas reciben una afluencia similar de chicas y chicos.

Franco incide en que estos hallazgos ameritan estudios futuros sobre las causas de estas diferencias de género: "Hay que investigar si a nivel sociedad seguimos influyendo a niños y niñas para que hagan actividades distintas. Una de las cosas que proponemos en el estudio es profundizar en qué está pasando, por qué existe este sesgo y cómo podemos intentar solventarlo".

"Es un tema cultural y habría que hacer más campañas de educación a padres y madres para que los niños no vayan tan mediatizados. Si es educativo, los profesores tendrían que insistir más para no estigmatizar y dirigir más a los niños a ciertas actividades", continúa el investigador.

Los padres participantes en el estudio aseguran mayoritariamente que son los niños y las niñas quienes eligen qué actividades hacer (71,4%), mientras que los investigadores insisten en que es necesario realizar un estudio adicional para determinar si esa elección está condicionada por estereotipos culturales y/o sociales.

Pocos datos disponibles

Lamenta el equipo que ha elaborado el estudio que existan tan pocos datos en España sobre las actividades extraescolares, a pesar de que estudios internacionales evidencian su impacto en un mejor expediente académico, en mejores habilidades sociales y en mayor integración de los pequeños y pequeñas que participan en ellas. También inciden en un menor abandono escolar y en la reducción de hábitos poco saludables.

"Tengamos claro que las extraescolares no son sólo un aparcamiento de niños hasta que papá y mamá terminan de trabajar. Además de tener una función para la conciliación, tienen una función en la mejora de las habilidades y dimensiones de la persona, la van a ayudar en su futuro", defiende Franco.

Los investigadores recuerdan que la LOMLOE establece que las extraescolares son una herramienta prioritaria que se debe potenciar en entornos educativos vulnerables.

Por ello, piden un desarrollo de legislación específica que defina los requisitos mínimos que deberían cumplir estas actividades y la cualificación de los profesionales que las imparten.