Vamos a despedir la temporada de cocina fresca con un aperitivo muy sabroso y nutritivo a base de champiñones, algas y nueces. Una receta que aúna lo mejor de la tierra y del mar.
Los hongos son una especie a medio camino entre el mundo vegetal y el animal que prospera especialmente bien en otoño, gracias a la humedad de las primeras lluvias. El champiñón, en concreto, es muy versátil en la cocina, bajo en calorías y rico en fibra, por lo que nos ayuda a mantenernos en un peso saludable. Además, contiene abundantes vitaminas del grupo B y C y minerales como el potasio, fósforo, hierro y selenio, entre otros.
Las nueces son un fruto seco que se distingue por su riqueza en ácidos grasos esenciales omega-3, muy beneficiosos para la salud y el bienestar de nuestro organismo. Por otro lado, el alga arame, de sabor suave y muy popular en la cocina japonesa, es sumamente rica en minerales, especialmente en calcio.
Las algas, por ser un alimento tan concentrado, deben consumirse con moderación y consultar con un especialista si tenemos problemas de tiroides, ya que contienen mucho yodo. En caso de estar contraindicadas, podemos omitirlas y la receta seguirá siendo una delicia, ideal para degustar como aperitivo o acompañante de un plato principal.
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Ingredientes
- 12 champiñones grandes enteros
- 1 cebolla pequeña
- 1 taza de nueces peladas
- 20 g de alga arame
- 1 trocito de jengibre fresco
- Aceite de oliva virgen extra
- Salsa de soja
- Perejil
- Sal marina
Preparación
Pon el alga en remojo durante 20 minutos con suficiente agua para cubrirla. Escúrrela y descarta el agua. Pela y pica el jengibre. Ponlo en una sartén con 2 cucharadas de aceite y saltéalo un par de minutos. Añade la cebolla y saltea 10 minutos, hasta que esté doradita. Añade el alga escurrida y las nueces picadas. Saltea unos minutos más. Retira del fuego y tritura ligeramente con la batidora, pero sin llegar a hacer puré. Retira los rabitos de los champiñones y rellénalos con la pasta que acabas de preparar. Colócalos en una bandeja de horno untada previamente con aceite y cúbrelos con una hoja de papel para hornear. Hornéalos a 200° unos 20 minutos, hasta que veas que el champiñón está cocinado. Decora con perejil picado y sirve al momento.
