Una tormenta de arena con un vendaval muy fuerte y seco. Así han descrito los asistentes y organizadores del Medusa Sunbeach Festival lo ocurrido anoche en la playa de Cullera. Sobre las 4 de la mañana, fuertes rachas de viento azotaron el recinto del festival y acabaron por derribar parte del escenario. El resultado: un joven fallecido y decenas de heridos. Pero cuál fue la causa de este repentino y fortísimo vendaval que, en apenas unos minutos, logró destrozar parte de la estructura del escenario y de la entrada al recinto con rachas de hasta 65 kilómetros por hora.

Lo sucedido anoche en el Medusa Sunbeach Festival de Cullera se debe a un reventón térmico. Estos fenómenos son cada vez más comunes en la Comunitat Valenciana, especialmente coincidiendo con los episodios de calor extremo como el actual. El registrado anoche en Cullera levantó fuertes rachas de viento que levantaron la arena de la playa y golpearon de lleno la zona de acampada y los escenarios... y no fue un caso aislado.

De hecho toda el litoral mediterráneo ha vivido una noche marcada por los reventones cálidos y las fuertes rachas de viento. Durante la madrugada se registraron vientos huracanados de hasta 85 kilómetros por hora con un aumento brusco de las temperaturas, con máximas puntuales realmente sorprendentes como los 40.5 ºC que se registraron en el aeropuerto alicantino de El Altet a las 3:00 de la madrugada.

Desde la Agencia Española de Meteorología (Aemet) han explicado que este fenómeno se ha producido por la convergencia de varios factores sobre la costa valenciana. Por un parte, anoche empezaron a formarse tormentas en algunas zonas de la provincia de Alicante y Valencia que se desplazaron hacia el norte a medida que avanzaba la madrugada. En el interior, se registraron lluvias y descargas de rayos. Sin embargo, alllegar a la zona costera, exactamente sobre las 4 de la madrugada a Cullera, el comportamiento de estas las tormentas cambió.

Según las imágenes del radar facilitadas por la Aemet, al llegar a la costa, dejó de llover, las tormentas comenzaron a disiparse pero comenzó el reventón y las rachas infernales de viento. Es precisamente en ese punto, en la costa, conde surge el origen de estos reventones. Las nubes cargadas de humedad chocan con unas masas de aire extremadamente seco. Cuando comienza a llover, el agua se evapora antes de llegar al suelo por efecto del calor seco que hay entre la nube y al superficie. Según los meteorólogos, el aire se enfría rápidamente y, al pesar más, que el caliente, se desploma sobre el suelo en pocos segundos.

Esta caída o desplome vertical se produce desde algo más de 5 kilómetros de altitud. El aire se desploma, se acelera, se comprime y choca con la superficie provocando vientos de más de 80 kilómetros por hora. Durante la compresión del aire, éste se va calentado y secando de nuevo por lo que la sensación en superficie es seca y tórrida.