La juventud se adueñó de la tradicional Marxa des Güell a Lluc a Peu durante la noche del sábado al domingo, convirtiéndose en uno de los protagonistas de la 48 edición de la caminata. Numerosos grupos de adolescentes y jóvenes, como una aventura más, decidieron emprender la caminata a pesar de la calurosa noche. Era la primera vez tras la pandemia que se hacía en agosto, ya que el año pasado tuvo que posponerse debido a las restricciones por la covid.

Entre las más de 1.500 personas que completaron la marcha también había gente de todas las edades, como el inquer Joan Pujades, de 78 años, que se trasladó hasta la salida en la calle Aragó de Palma para hacer el recorrido completo, más de 50 kilómetros a pie. Aficionado a caminar cada día largas distancias, para él no fue una aventura, porque va a Lluc con frecuencia desde su ciudad natal y ha hecho la concurrida Marxa en varias ocasiones. 

Unos llegaron desde Palma mientras que otros lo hicieron desde Inca pocas horas antes del amanecer. Todos coincidieron a la largo de la marcha en el último tramo del recorrido, entre Caimari y Lluc, donde se podía observar con un cansancio diferente a quienes habían optado por la caminata larga y quienes se mostraban más ligeros al haber emprendido la marcha desde la capital del Raiguer.

Con las primeras luces del día llegaron los marxaires más rápidos al santuario de Lluc, optando algunos de ellos por disfrutar del descanso merecido sobre el césped de los jardines, mientras que otros aprovecharon para refrescarse los pies en la fuentes de la plaza. Algunos de los participantes emprendieron pronto su regreso hacia sus lugares de origen una vez que hubieron recogido la acreditación que indicaba que habían completado la marcha. Otros se quedaron hasta la celebración de la misa en la Basílica de Lluc, que estuvo presidida por el prior Marià Gastalver y contó con la presencia de personas de la organización, así como de la presidenta del Consell, Catalina Cladera, acompañada por la directora insular de Deportes, Margalida Portells, que hicieron la caminata desde Inca.

Un año más, si bien con menos participación que en décadas anteriores, la Marxa des Güell a Lluc se convirtió este fin de semana en uno de los eventos más multitudinarios de este mes, cuyo objetivo no es la competición, sino lograr alcanzar la ansiada meta de llegar a Lluc.