La fecha que los aficionados a las estrellas tienen marcada en el calendario es la madrugada del próximo viernes al sábado, la del día 13. Las Perseidas se verán en todo su esplendor, con permiso de la Superluna, que coincidirá con la lluvia de meteoros y hará que sean menos llamativos. Pero durante toda la semana se puede disfrutar de las llamadas lágrimas de San Lorenzo, como hicieron anoche alrededor de 50 personas en el castillo de Bellver de la mano del Institut Mallorquí de Ciències de l’Espai. La clase práctica que ofreció sirvió entre otras cosas para conocer la mejor manera de ver este fenómeno astronómico y aprender a localizar algunas de las constelaciones.

Divididos en dos grupos, en castellano y catalán, en la sala de actos unos escuchaban atentos las explicaciones del presidente, Lluc Mas, sobre cómo conocer el cielo y orientarse de noche en él; y en el exterior el resto seguía el puntero láser de la planetarista Margalida Barrera. Lo dirigía a las constelaciones populares que se podían apreciar desde Bellver, cuya iluminación fue apagada para la ocasión. A continuación llegó la sesión de observación, tanto a simple vista como con los telescopios de los organizadores, que ampliaron la Luna en fase creciente, apuntaron a Saturno y buscaron astros lejanos.

Los asistentes saben ahora que la denominada lluvia de estrellas –que en realidad son meteoros– se observa sobre todo en entornos sin contaminación lumínica, con la vista hacia el noreste de la isla y tumbados mirando el cielo en busca de la famosa constelación de Perseo, tal como aprendieron anoche con el Institut Mallorquí de Ciències de l’Espai. También lo harán quienes acudan a Galatzó con ellos el próximo viernes, la gran noche de las Perseidas.