Los reyes Felipe VI y Letizia, acompañados de la reina Sofía, reciben este jueves a más de 300 representantes de la sociedad balear, en un encuentro que por primera vez tendrá lugar en los jardines del Palacio de Marivent.

La tradicional recepción, que se recupera tras un parón de dos años por la pandemia, tradicionalmente se celebraba en el Palacio de La Almudaina, pero este año los reyes han optado por celebrarlo en los jardines donde pasan unos días de vacaciones.

La Casa Real y las autoridades de Palma acordaron hace unos años abrir los jardines de Marivent al público durante 9 meses del año, pero esta es la primera ocasión en que se abren estando ellos en el Palacio.

Fuentes de la Casa Real han detallado que se esperan entre 300 y 400 invitados, casi la mitad de los convocados en 2019, cuando la recepción se extendió a unas 600 personas, dado que coincidía con el quinto año de la subida al Trono de don Felipe.

A la recepción están convocados representantes de numerosos sectores de la sociedad balear, entre ellos, cargos institucionales como la presidenta de las Islas Baleares, Francina Armengol, y sus consejeros; el presidente del Parlamento balear y los dirigentes de los principales partidos, y el alcalde de Palma.

Un año más, dirigentes de partidos como Podemos y Mès han rechazado la invitación.

Entre los invitados también figuran representantes del mundo económico y empresarial de las islas, cuerpo diplomático y dirigentes de los sindicatos.

Las universidades, fundaciones y principales organizaciones sociales también han sido convocados, al igual que investigadores, científicos y los mejores estudiantes de las últimas promociones.

Los galardonados con los premios Ramón Llull y las Medallas de Oro de la comunidad balear también han sido invitados.

El mundo del deporte, la música y la gastronomía también contará con representación, como en el caso del cocinero Santi Taura, que cuenta con una estrella Michelin, y que ha sido elegidos por los reyes para elaborar el cocktail que se servirá esta noche.

El hecho de que la recepción se celebre en Marivent, un palacio apartado del centro de la ciudad y al que accede desde una carretera, dificultará la congregación a las puertas del evento de las tradicionales convocatorias a favor y en contra de la monarquía.