El plan inicial era presentar el nuevo tramo de la N-232 en Morella que unirá Teruel con Castellón. Pedro Sánchez fue, Javier Lambán no. Ahora bien, los dos presidentes, el del Gobierno de España y el de Aragón, sí que se desplazaron poco después hasta la zona afectada por el incendio de Ateca para conocer sobre el terreno cómo van las labores de extinción, el grado de coordinación para evitar daños personales y dar un mensaje de ánimo a la población.

Ahora bien, el tono fue bien distinto. Javier Lambán tuvo un semblante más crítico con los porqués de este incendio y mucho más personal, porque se quema Aragón, su comunidad. Se centró en que los daños personales sean cero, "todo lo demás tiene remedio", dijo. Sin embargo, Sánchez siguió con la línea marcada en Zamora esta misma semana de ensalzar los servicios públicos, sacar pecho sobre las políticas del Gobierno y hablar de la emergencia climática como causa principal del incendio de Ateca y de los que asolan España.

De todos modos, sí que el presidente del Gobierno anunció que se aumentan a 208 los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias y que serán 34 los vehículos especializados en la extinción de incendios. También explicó que desde el Gobierno “vamos a aprobar un marco general para el reconocimiento laboral de todos aquellos que se están empeñando en las labores de extinción y control de incendios”.

Antes de ambos anuncios, Sánchez se preguntó retóricamente que “dónde van los impuestos que pagamos”. Pues bien, se contestó que “van para fortalecer el Estado de bienestar y para que los servidores públicos tengan todas las garantías, capacidades y materal para hacer su trabajo de forma eficaz y segura”.

A vueltas con la emergencia climática

Igual que hiciera antes Lambán, Pedro Sánchez ensalzó “la coordinación y cooperación entre instituciones”. “Hay muchas administraciones implicadas. Para que se hagan una idea, cuando aprobamos el Plan Nacional de Respuesta ante los Incendios de 2022 coordinamos 12 ministerios del Gobierno de España, por lo que es un asunto transversal”.

Además, tuvo un mensaje “de solidaridad y reconocimiento para todos los servidores públicos”. “Hemos perdido la vida de un brigadista en Zamora, son muchos los que se están jugando la vida en primera línea para proteger a los vecinos”.

Y por último, en Zamora acuñó el discurso de la emergencia climática, esquivando el asunto de las posibles negligencias y la falta de trabajos de prevención, y siguió con su idea en Aragón: “Tenemos que hacer una reflexión entre todos sobre el reto que representa la emergencia climática”, expuso.

Y para refrendarlo dio datos, como que “solo en este año, y estamos en julio, se han calcinado en España más de 70.000 hectáreas”, que son “casi el doble de la media de los últimos diez años”. “A lo largo de estas poco mas de cuatro semanas ha habido dos olas de calor, en cinco días ha habido temperaturas superiores a los 40 grados en el día y 25 en la noche. En suelo rural la temperatura del suelo ha sido superior a los 30 grados y 60 grados en asfalto. Esos escenarios climáticos estaban previstos para 2050”, incidió.

Lambán, mucho más personal

El presidente de Aragón se mostró mucho más personal que Sánchez, si bien sí que le reconoció su sensibilidad y su carácter “muy cuidadoso siempre que sobrevienen catástrofes naturales”, como las crecidas del Ebro y el incendio de Ateca.

En cuanto al balance, explicó, “no ha habido grandes alteraciones en la situación del incendio”, aunque sí que advirtió que “esta tarde puede haber complicaciones”. Y sobre todo, celebró que hasta el momento no haya habido afecciones personales.

“La coordinación está siendo difícilmente mejorable. No somos dueños de los designios de la naturaleza, hay muchos imponderables que pueden variar el transcurrir del incendio, pero somos responsables de salvar vidas, de proteger a los habitantes de los pueblos y poner todos los recursos a disposición”, explicó. Y agregó que “lo principal es que el balance en términos personales sea 0, lo demás tiene remedio”.

Ahora bien, ya adelantó que “quizá haya que hacer reflexiones sobre por qué ocurren estas cosas, pero ahora hay que poner frente a esta situación”.

Por último, agradeció el trabajo de los alcaldes de los municipios afectados, “de los que corren algún riesgo de tener problemas hoy y al Ayuntamiento de Calatayud, que ha acogido en sus instalaciones a personas que han tenido que dejar sus pueblos”.