El 6 de julio de 2021, el joven C.S.LL. acudió a vacunarse contra el coronavirus y le administraron la de PfizerDespués del pinchazo, estuvo los 15 minutos preceptivos en el centro, tal y como los recomendaron los sanitarios. Pasado ese tiempo, cogió su moto y circulando con ella sufrió un desvanecimiento que motivo un grave accidente de tráfico. Ahora su abogado, Pedro Santamaría, del despacho de Vosseler, ha presentado un reclamación administrativa contra el Ministerio de Sanidad, al entender que el siniestro se produjo a un "efecto o reacción" adverso a la vacuna.

Una de las pruebas que plantea el abogado para mantener su tesis es que después del accidente y cuando estaba ingresado en el Instituto Guttman, al joven se le administró la segunda dosis de la vacuna, padeciendo de nuevo una hipertensión severa y branquicardia, al igual que antes el accidente de moto. Este empeoramiento de salud originó que C. S.LL. fuera trasladado de urgencias al Hospital de Can Ruti.

Las reacciones

Según el abogado Pedro Santamaria, la causa de las gravísimas lesiones sufridas por el joven , se deben "sin lugar a duda" a un efecto adverso a la vacuna tal y como queda demostrado. Entre las reacciones descritas , incide, figuran las afecciones del sistema nervioso central (cefaleas, mareos) y del sistema musculo- esquelético. El letrado destaca que el lesionado, era profesional de la gimnasia y participaba en pruebas extremas, gozaba de muy buena salud, como se demostró en un examen médico que tuvo que realizar por su trabajo unos días antes de vacunarse. En su opinión, queda "suficiente demostrado" el defectuoso funcionamiento del servicio público y de ahí la reclamación ante el Ministerio de Sanidad.

Santamaría subraya que "la causa directa del resultado dañoso radica en la administración de la vacuna", habiendo asumido los diferentes estados, la responsabilidad por "los efectos perniciosos" que pudieran causar la misma y exonerando a las farmacéuticas de dicha responsabilidad. De hecho, el despacho de Vosseler dirigió una reclamación contra la compañía Pfizer, que hizo caso omiso, por lo que solicitamos, entre otra documentación, los contratos que hayan suscrito el Estado Español y la Unión Europea con la farmacéutica.