El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) ha avisado este lunes de nuevos e inminentes recortes en sus suministros alimentarios para las poblaciones más necesitadas de África, que a su vez van a seguir creciendo en número hasta acabar formando una "tormenta perfecta" de exceso de demanda y mínima oferta para millones de necesitados.

"El PMA ya se ha visto obligado a reducir significativamente las raciones para los refugiados en todas sus operaciones", ha lamentado la agencia de la ONU en un aviso con motivo del Día Mundial del Refugiado.

"Los recortes de raciones de hasta el 50 por ciento", lamenta la agencia, "ya afectan a tres cuartas partes" de todos los refugiados a los que proporciona ayuda en África Oriental, en particular a los que sobreviven en Etiopía, Kenia, Sudán del Sur y Uganda.

A ello hay que añadir las "graves limitaciones de financiación" en África Occidental, donde el hambre "ha alcanzado niveles récord" en países como Burkina Faso, Camerún, Chad, Malí, Mauritania y Níger.

El medio millón de refugiados a los que el PMA asiste anualmente en África del Sur tampoco tienen mejores perspectivas. Los recursos siguen siendo "insuficientes" para satisfacer las necesidades básicas de los hogares de refugiados y se esperan interrupciones inminentes en Angola, Malaui, Mozambique, Congo, Tanzania y Zimbabue.

El PMA lamenta también que se ve obligado a tomar "dolorosas decisiones" para garantizar que los alimentos vitales lleguen primero a las familias más vulnerables, en un momento en que la asistencia alimentaria es la diferencia entre la vida y la muerte.

El PMA recuerda por último que el 67 por ciento de los refugiados y solicitantes de asilo procedían de países con crisis alimentaria en 2021.

"Dado que el hambre mundial se ha disparado más allá de los recursos disponibles, nos vemos obligados a tomar la decisión desgarradora de reducir las raciones de alimentos para los refugiados que dependen de nosotros para su supervivencia", ha lamentado el director ejecutivo del PMA, David Beasley.

"Sin nuevos fondos urgentes para apoyar a los refugiados, uno de los grupos de personas más vulnerables y olvidados del mundo, muchos de los que se enfrentan al hambre se verán obligados a pagar con sus vidas", ha lamentado.