Nueve comunidades han detectado ya posibles casos sospechosos de viruela del mono. La Comunidad Valenciana y Aragón han sido las últimas al informar este lunes de dos posibles contagios, antes lo habían notificado País Vasco, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, Canarias y el brote de Madrid.

La consellería de Sanidad de la Comunidad de Valencia ha detectado en la provincia de Castellón un caso sospechoso, importado por parte de una persona que ha visitado una zona endémica, mientras que el Gobierno de Aragón ha informado de un primer posible caso, un varón que entró en contacto con el sistema sanitario al presentar síntomas y haber estado en contacto con casos confirmados en los 21 días previos.

Este lunes Canarias también ha elevado las cifras. La consejería de Sanidad ha confirmado el caso de viruela del mono de Gran Canaria y ha notificado cinco en estudio: tres catalogados como probables y dos como sospechosos.

Mientras, el resultado de las muestras del segundo caso notificado la semana pasada en Tenerife sigue aún pendiente.

Según fuentes de la consejería de Sanidad canaria, cuatro de los siete casos declarados hasta ahora en las islas afectan a hombres que participaron en la Gay Pride de Maspalomas, una fiesta multitudinaria que reunió a más de 80.000 personas del 5 al 15 de mayo en el sur de Gran Canaria.

Por el momento, Madrid es la comunidad que acumula más casos. Treinta confirmados y 45 sospechosos, según ha informado este lunes el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.

El consejero madrileño ha explicado que su departamento continúa trabajando en encontrar los primeros pacientes para cortar las cadenas de transmisión y ha recalcado que en este momento es "fundamental" el trabajo de vigilancia epidemiológica de la Dirección General de Salud Pública para encontrar la trazabilidad de los casos y cortar a cadena de transmisión.

Galicia ha comunicado este lunes la detección de dos nuevos casos, de los que han remitido muestras al Instituto de Salud Carlos III para su análisis.

Con estos, ya son tres los posibles casos de esta patología en Galicia si bien todos ellos están sin confirmación definitiva, según ha informado el Servicio Gallego de Salud (Sergas).

En el País Vasco, el departamento de Salud detectó el primer caso sospechoso el pasado viernes y está a la espera de que el Centro Nacional de Microbiología confirme o descarte la infección.

Castilla-La Mancha tiene dos sospechosos: uno en Toledo, que se detectó en el hospital, y otro en Guadalajara. En ambos se han activado los protocolos pertinentes en cuanto a diagnóstico y seguimiento y se han mandado las muestras al Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda (Madrid).

En Andalucía, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha confirmado que se están estudiando seis casos, en los que cinco son sospechosos y "uno es más realidad" debido a que se trata de una persona que ha tenido contacto estrecho con un positivo.

En Extremadura, este fin de semana, se detectó uno sospechoso en una mujer.

Hasta el momento, otras siete comunidades (Asturias, Cantabria, Navarra, Murcia, La Rioja, Castilla y León y Baleares) no han notificado ningún caso de viruela del mono, ni confirmado ni sospechoso ni probable.

En la mesa de la Comisión de Salud Pública

Precisamente este martes, la evolución de esta nueva enfermedad infecciosa (monkeypox, MPX) será abordada en el seno de la Comisión de Salud Pública y previsiblemente también en el Consejo Interterritorial de Salud.

Así consta en el orden del día de la Comisión, donde la actualización de la situación actual de la viruela de los monos compartirá mesa de debate con el análisis de la pandemia covid.

Y es que la preocupación por la viruela del mono ha llevado a Sanidad a aprobar un protocolo para la detección precoz de los casos de viruela del mono mientras valora las opciones terapéuticas más eficaces contra esta inusual enfermedad.

A través de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), Sanidad está valorando distintas opciones en función de su viabilidad y efectividad, tales como antivirales y vacunas, que el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) recomendó administrar a los contactos estrechos.

Aislarse 21 días

Sobre los contactos estrechos, el coordinador del grupo de infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), José González del Castilla, recomienda que guarden una cuarentena de 21 días, que es el periodo de incubación del virus.

Mientras, el paciente ya enfermo debería, según este experto, aislarse hasta que las pústulas producidas por la enfermedad se hayan caído.

Y es que la viruela del mono, según González del Castillo, se contagia por contacto estrecho pero también por vía respiratoria aunque "nunca es como la covid-19 con una transmisión aérea tan alta".

La sintomatología de la enfermedad, que dura entre dos y cuatro semanas, no es grave y cursa con fiebre, dolores musculares y articulares, sensación de cansancio, lesiones en la piel e inflamación de los ganglios linfáticos.

No obstante, hay un grupo de pacientes en los que se puede complicar como es el caso de inmunodeprimidos que podrían desarrollar cuadros de sobreinfección bacteriana o encefalitis.

85 casos en Europa

El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) tiene registrados hasta el momento 85 casos de viruela del mono en ocho países europeos: Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, España y Suecia.

A través de un comunicado, el organismo europeo asegura que la viruela del mono "no se propaga fácilmente entre las personas". La transmisión de persona a persona se produce a través del contacto estrecho con material infeccioso de las lesiones cutáneas de una persona infectada, a través de las gotitas respiratorias en el contacto prolongado cara a cara y a través de fómites. Sin embargo, apuntan al sexo como principal responsable de la transmisión: "El predominio de los casos de viruela del mono diagnosticados entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y la naturaleza de las lesiones que se presentan en algunos casos sugieren que la transmisión se produjo durante las relaciones sexuales".

Según la evaluación epidemiológica del ECDC, la probabilidad de que el viruela del mono se propague en personas que tienen múltiples parejas sexuales se considera "alta". Aunque la mayoría de los casos en los brotes actuales han presentado síntomas leves de la enfermedad, el virus de la viruela del mono puede causar una enfermedad grave en ciertos grupos de población (niños pequeños, mujeres embarazadas, personas inmunodeprimidas).

"Me preocupa el aumento del número de casos de viruela del simio notificados en la UE y en todo el mundo. Estamos monitoreando de cerca la situación y, aunque actualmente la probabilidad de propagación en la población en general es baja, la situación está evolucionando. Todos debemos permanecer atentos, asegurarnos de que exista una capacidad de rastreo de contactos y de diagnóstico adecuada, y asegurarnos de que tenemos disponibles las vacunas, los antivirales y el equipo de protección personal necesarios para los profesionales de la salud", ha comentado al respecto la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides.

El ECDC considera que "todavía no se puede estimar con precisión la probabilidad de que se produzcan casos con morbilidad grave". El riesgo global se evalúa como "moderado" para las personas que tienen múltiples parejas sexuales (incluidos algunos grupos de hombres que tienen sexo con otros hombres) y bajo para la población en general.

El ECDC apunta que la vacuna contra la viruela puede considerarse como profilaxis posterior a la exposición de los contactos cercanos con mayor riesgo de padecer una enfermedad grave. "Sin embargo, debe realizarse una cuidadosa evaluación del beneficio/riesgo para el individuo expuesto. Falta información importante sobre el uso de las vacunas contra la viruela actualmente disponibles para los grupos con mayor riesgo de enfermedad grave. Además, los antivirales son opciones potenciales de tratamiento para los casos graves", puntualizan.

Así, instan a los países europeos a centrarse en la rápida identificación, gestión, rastreo de contactos y notificación de nuevos casos. "Los países deben actualizar sus mecanismos de rastreo de contactos, su capacidad de diagnóstico para los ortopoxvirus y revisar la disponibilidad de vacunas contra la viruela, antivirales y equipos de protección individual (EPI) para los profesionales de la salud", reclaman.