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ESTHER RODRÍGUEZ | COORDINADORA DE APRAMP

“España es demandante de sexo de pago y eso hace que se recurra a la trata”

“Hay indicios que nos deben poner en alerta: que la mujer lleve tiempo aquí y no domine el idioma, que siempre vaya acompañada...”

Esther Rodríguez, ayer, en el Centro de Servicios Universitarios. | R. Solís

Esther Rodríguez coordina en Asturias la asociación para la prevención, reinserción y atención a la mujer prostituida (Apramp). Ayer ofreció una conferencia en el Centro de servicios universitarios de Avilés sobre la trata con fines de explotación sexual, organizada por Apramp, la Universidad de Oviedo y la Fraternidad de Francisco.

–Cuando hablamos de la trata de mujeres, ¿estamos hablando de la esclavitud del siglo XXI?

–La trata de personas, sobre todo de mujeres y niñas, es uno de los negocios ilícitos más lucrativos a nivel mundial junto al tráfico de armas y drogas y es considerada una forma de esclavitud moderna. Es también una forma de violencia más hacia las mujeres. Cuando explico todo esto, cómo estas mujeres fueron captadas, cómo están encerradas en un piso veinticuatro horas al día los siete días de la semana siempre digo lo mismo: nadie se ofrece para ser esclava, nadie quiere jornadas interminables con clientes, prácticas peligrosas... Hay que sensibilizar, abrir los ojos a la gente que no conoce esta realidad y mostrarles que la esclavitud existe. Y no se debe dudar en poner en conocimiento de expertos, bien Apramp o Extranjería, cualquier caso que se conozca: más vale equivocarse y que no sea un caso de trata a que lo sea y se pierda la posibilidad de que una mujer recupere su libertad.

–¿Cuáles son los indicios que nos deben poner en alerta?

–Entre otras cosas, que la persona lleve ya un tiempo largo en España y no domine el idioma, que siempre vaya acompañada por alguien que hace las veces de traductor, que no porte sus documentos oficiales como el pasaporte, que no tenga libertad para salir de donde está cuando quiere, que pida autorización para determinadas cosas a sus acompañantes o hable como siguiente instrucciones. Todos estos indicios, depende de dónde estemos, pueden ser indicativos. También son importantes otras cosas que debe saber la gente.

–¿Por ejemplo?

–España es uno de los países más demandantes de sexo de pago y esa demanda es lo que hace que se recurra a la trata para poder abastecer el mercado. Que la gente conozca esto, que las mujeres no están ahí porque quieren, que hay un entramado importante de gente que se lucra de la prostitución ajena. Si podemos frenar ese consumo de pago a su vez disminuirá esa demanda y, a la vez, los tratantes no verán que eso es una materia que pueden vender fácilmente y no la traerán.

–¿Cuál es la labor de Apramp?

–Somos una asociación especializada que, a nivel estatal, lleva funcionando desde 1984. Aquí en Asturias estamos desde 1998. Damos atención integral y lo único que no tenemos en la región es el alojamiento, por eso si aquí hay alguien de riesgo se deriva. En Asturias tenemos la unidad de acercamiento y el centro de acogida donde se sigue con las mujeres un itinerario completo e individualizado en una o varias áreas: judicial, laboral, psicológica.... Damos una atención integral. En el año 2016 Apramp fue declarada de utilidad pública, un reconocimiento formal a toda la trayectoria y trabajo realizado.

–¿Hay víctimas de trata con fines de explotación sexual en Asturias?

–Claro que sí. Esto es uno de los mitos que solemos trabajar cuando acudimos a institutos. Parece que en España o en Asturias no la hay, pero no es así. A raíz de la pandemia hubo cambio importante: se cerraron clubes pero aumentaron de forma exponencial los pisos.

–¿Se ha reinventado la prostitución en pandemia?

–Se han reiventado. Los puteros siguen demandando sexo y cuando no podían ir a locales creció el trabajo virtual.

–¿Se teme un repunte de trata de mujeres procedentes de Ucrania, ahora más vulnerables?

–No, nosotros de momento no lo hemos visto ningún caso.

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