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Desahucios

Nemesia, una anciana de Ibiza de 89 años y con alzhéimer, se queda en la calle

La mujer, que también sufre pérdida de visión y debilidad muscular que le impide andar, deberá abandonar el piso en el que vive en Santa Eulària desde hace más de medio siglo el 2 de febrero

Nemesia, este miércoles a mediodía, en el salón de su casa en Santa Eulària.

El próximo 2 de febrero Nemesia Martínez, una anciana cordobesa de 89 años con alzhéimer, pérdida de visión y debilidad muscular que le impide andar, será desahuciada de la casa en la que vive en Santa Eulària desde hace más de 50 años. En el piso, de renta antigua, reside junto a su hijo, Antonio Granados, de 56 años, quien se encarga de cuidarla ya que desde hace cinco meses, debido a su enfermedad, la mujer ni siquiera puede salir de casa. Nemesia cuenta también con la compañía de su gato, Misiu.

Nemesia, viuda desde 1999, llegó a la isla junto a su marido en 1971 y enseguida se puso a trabajar en el sector de la limpieza en Santa Eulària. Tiene reconocido un grado III de dependencia (el máximo) con carácter permanente por el Govern. Además, el informe de Servicios Sociales añade que "es dependiente para la realización de todas las actividades básicas de su vida diaria". Su hijo explica que esta vivienda está adaptada a las necesidades de su madre y trasladarla a otro lugar "aumentará las dificultades a las que se enfrenta en su día a día".

Antonio Granados en la cocina de la vivienda donde reside junto con su madre. Vicent Marí

El calvario para esta familia comenzó el día en que el legítimo dueño de la vivienda, con el que el difunto marido de Nemesia tenía un contrato oral de alquiler, falleció y pasó a ser propiedad de sus tres hijos. En noviembre de 2018, los herederos enviaron un burofax a Nemesia Martínez para comunicarle la "no prórroga de su contrato por necesidad del arrendador". Antonio ha intentado regularizar la situación e, incluso, aceptar una subida de alquiler para llegar a un acuerdo con los propietarios y no tener que abandonar la casa, pero "los herederos se han negado", explica.

El juicio

El 30 de julio de 2020 se celebró el juicio para desahuciar a Nemesia, al que su hijo no pudo asistir por recomendación del abogado. El juzgado de primera instancia número 3 de Ibiza declaró, el 27 de agosto de ese mismo año, resuelto el contrato de arrendamiento que vinculaba a ambas partes y condenó a Nemesia a "dejar libre el inmueble dentro del plazo legal", según relata la sentencia. Antonio ha presentado varios recursos basándose en que los nuevos propietarios disponen de una vivienda en el barrio de Can Nadal de Santa Eulària, pero han sido todos desestimados.

Antonio tuvo que dejar su trabajo hace tres años para hacerse cargo exclusivamente de los cuidados de su madre. Hace un año Nemesia aún acudía unas horas al Centro de Día Can Blai, pero debido a la evolución de su enfermedad en los últimos meses, ya no puede ir. Los ingresos en la unidad familiar provienen de dos pensiones de Nemesia de 525 euros y 483 euros mensuales, más una prestación de su hijo de 357,68 euros al mes por estar al cuidado de una persona dependiente en el entorno familiar.

La anciana posee una propiedad en Córdoba, su ciudad natal, donde se verán obligados a mudarse porque "en la isla no pueden permitirse un alquiler". Granados lamenta que "echen a la calle a una mujer de 89 años enferma y dependiente" y denuncia sentirse "engañado" por su abogado, que desde el inicio de los trámites le aseguró que "nadie echaría de la casa" a su madre, lamenta Antonio.

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