La vicepresidenta tercera del Gobierno español, Teresa Ribera, considera que el enfrentamiento de Francia y Alemania para incluir, respectivamente, la energía nuclear y el gas en la lista de "inversiones verdes" de la Unión Europea genera una "distorsión" en el conjunto de la acción medioambiental.

"Nosotros desde España creemos que, con independencia de que puedan tener una consideración singular como tecnologías que puedan acompañar la transición, es bueno que no se incorporen en esa lista de taxonomía verde", declaró a los medios la también ministra para la Transición Ecológica desde la cumbre del clima de Glasgow.

A expensas de que Bruselas presente en las próximas fechas las reglas de la llamada "taxonomía" que deben definir qué inversiones gozan de una financiación más amable, París y Berlín han movido ficha.

El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció por sorpresa hace dos días que Francia retomará la construcción de centrales nucleares, energía condenada en Alemania, que apuesta por un combustible fósil como el gas como energía de transición y mantiene, por ahora, el 2038 como fecha para desprenderse del carbón en la generación eléctrica.

La respuesta alemana a ese movimiento ha llegado en los pasillos de la cumbre del clima de Glasgow, donde Berlín ha circulado una declaración manifestando su preocupación por que la energía atómica pueda incluirse en la llamada "taxonomía" que prepara la Comisión Europea y cuya decisión se supone inminente.

Según Ribera, ambas deberían quedar fuera de la lista de inversiones sostenibles, de forma que no se financien nuevas infraestructuras con fondos comunitarios, el gas por ser un combustible fósil y la energía atómica por los riesgos asociados para el medioambiente.

"Esto no significa que quien quiera, con arreglo a sus propias decisiones soberanas (...) no pueda invertir en gas o en nuclear. Sí significa que desde el punto de vista de la congruencia del sistema sería una distorsión incluir esas dos tecnologías en esa lista de tecnología verde", concluyó.