La reforma del Reglamento de Extranjería para agilizar la concesión de permisos de residencia y trabajo a los menores extranjeros no acompañados y a los inmigrantes extutelados al cumplir 18 años y que no caigan en la irregularidad sobrevenida y en situaciones de exclusión social, entra en vigor este martes.

Con esta modificación, reclamada desde hace una década por el Defensor del Pueblo y entidades sociales especializadas en infancia, podrán beneficiarse 15.000 jóvenes: 8.000 menores extranjeros no acompañados y 7.000 de entre 18 y 23 años.

Los cambios introducidos en la reforma del Reglamento de Extranjería rebajan gran parte de los requisitos exigidos a los jóvenes extranjeros tutelados reduciendo los plazos fijados para obtener la residencia y los requisitos económicos, aumentando la vigencia de esos permisos de residencia y facilitando el acceso a un empleo.

Entre los principales cambios, se reduce de 9 a 3 meses el plazo para conceder la primera residencia y, cuando se superen esos 90 días, las oficinas de extranjería documentarán de oficio a los menores. Si se procede a su repatriación, se extinguiría la autorización concedida.

Aumenta la vigencia de la autorización inicial de residencia de un año a dos y será renovable tres años más mientras el beneficiario siga siendo menor.

A partir de ahora, se crea un régimen propio para los menores no acompañados que alcanzan la mayoría de edad y cuentan con permiso de residencia: hasta ahora, cuando un menor tutelado cumplía 18, se le concedía una residencia no lucrativa, es decir, sin derecho a trabajar, a diferencia de los jóvenes autóctonos, que pueden empezar a trabajar a partir de los 16.

El nuevo reglamento consolida que esas autorizaciones de residencia también habilitan para trabajar al menor cuando este alcanza los 16 años.

La nueva normativa acaba con los requisitos económicos imposibles de cumplir para los jóvenes extutelados. Para renovar su permiso de residencia, ahora deberá demostrar ingresos similares al ingreso mínimo vital que se tendría derecho a percibir como hogar unipersonal (470 euros al mes actualmente), salvo que la institución de acogida proporcione su sustento.

A diferencia de lo que pasa actualmente, sí podrán computar los ingresos procedentes de un empleo o de ayudas sociales (prestaciones económicas o alquiler). La vigencia de esta renovación será de dos años, renovables por otros dos.

Si alcanzan la mayoría de edad sin documentar, podrán acceder a permiso de residencia y trabajo con requisitos "más acordes con la situación real" de este colectivo.

La reforma beneficia también a los jóvenes extutelados que tienen ahora entre 18 y 23 años y que están indocumentados, ya que podrán acceder a las autorizaciones previstas para los menores que lleguen sin papeles a la mayoría de edad para evitar que queden desamparados.