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Sánchez aboga por llevar la sede nacional del Oceanográfico a Vigo o Cádiz

Instalaciones del Oceanográfico de Vigo, en cabo Estai, a pie de mar.

El centro de Cabo Estai es el mayor de los ocho oceanográficos repartidos por el litoral español y puerto base de dos de sus buques

El Gobierno se plantea trasladar la sede del Instituto Español de Oceanografía (IEO) fuera de Madrid. La idea está sobre la mesa del Ejecutivo central desde hace meses y ayer el presidente Pedro Sánchez, como ya había señalado el exministro Pedro Duque en su día, reconoció que su ubicación en la capital no tiene mucho sentido. No desveló cuál podría ser la nueva localización, pero Vigo, que acoge el mayor centro de la red del IEO en todo el país, reúne los elementos que la convierten en la mejor candidata: músculo investigador, flota oceanográfica, astilleros especializados y empresas que dan soporte a estos buques. Un potencial que se dispara si se tienen en cuenta las sinergias con el Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC de Bouzas, el Oceanográfico de A Coruña y toda la investigación marina que se desarrolla en las universidades y otras instituciones gallegas.

En el centro vigués, fundado en 1917, trabajan alrededor de un centenar de personas, la mayoría de ellas en investigación. Es el del mayor tamaño de la red del IEO, que tiene otros ocho repartidos por el litoral español, incluido el de A Coruña, además de su sede administrativa en Madrid. La plantilla total ronda los 600 empleados y en la capital se encuentran 74 de ellos, según los datos de su web.

Desde el pasado marzo y en virtud de un real decreto del Gobierno, el IEO pasó a integrarse como centro nacional en el CSIC para evitar el colapso de la institución, aquejada de una parálisis administrativa y un exceso de burocratización.

“Agora estamos coa transición para integrarnos no CSIC, hai que ir paso a paso”

Pablo Carrera - Director del Oceanográfico

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Pablo Carrera.

El director del Oceanográfico vigués, Pablo Carrera, aboga por centrarse en este proceso antes de decidir sobre el traslado de la sede: “Os anuncios están ben, son interesantes porque fixan posicións, o cal é de agradecer, pero nós estamos agora con esta transición. Hai que ir paso a paso e hai marxe para pensar as cousas. O que se trata é de buscar a eficiencia e os que teñen que decidir son o director do IEO en Madrid e a presidenta do CSIC”.

“É unha cousa interesante, pero son decisións complexas desde o punto de vista administrativo. Este está sendo un ano de retos e o próximo fito que teremos será a fusión do orzamento. O orzamento do CSIC terá unha parte dividida para cada un dos tres OPIs (Organismos Públicos de Investigación) que nos integramos na súa estrutura. E entón entraremos nunha nova dinámica de traballo. A partir de aí teremos unha integración moito máis encarrilada”, añade Carrera.

“Estamos nun proceso de cambio que leva tempo porque o que non podemos facer é parar. É como nun barco de vela, hai que cambiar o rumbo de forma paseniña porque se viras rápido ao mellor das a volta. Pero estamos na boa liña”, asegura.

“Su reubicación en la costa sería lógica y oportuna y mejoraría la organización del IEO”

Alberto G. Garcés - Exdirector oceanográfico

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Alberto G. Garcés.

Para Alberto González Garcés, que dirigió el centro durante 16 años en diferentes mandatos, el traslado de la sede del IEO a Vigo, sin embargo, “es muy buena en cualquier momento, además de lógica”.

“Lo importante es que el IEO funcione a pleno rendimiento en investigación y gestión esté dónde esté. Y es verdad que se ha ubicado en Madrid durante más de 100 años, pero en un momento en el que se habla de descentralización, de una posible reubicación de instituciones, la del IEO en la costa sería lógica. Me parece muy oportuna e interesante y sería muy buena para la organización de la institución. No es tanto una crítica a que esté en Madrid, que yo no hago en absoluto, sino una valoración positiva de que esté en la costa, con los pies en el mar”, defiende.

González Garcés incluso va más allá en su planteamiento y cree que el traslado debería ir acompañado de una “reunificación” de todos los organismos estatales que trabajan actualmente en investigación marina en una gran institución, cuya dirección estaría en Vigo.

Él no tiene dudas de que es la mejor candidata frente a otras ciudades costeras como Cádiz, que también se ha barajado públicamente como posible sede del IEO. “Sin desmerecer a otras comunidades, que tienen investigadores de altísimo nivel, Galicia tiene la concentración más elevada de expertos y la mayor producción científica marina del país teniendo en cuenta los dos centros del IEO y el IIM-CSIC, así como toda la investigación asociada que existe en otras instituciones. Y la elevada capacidad para participar en proyectos internacionales tampoco la tienen otras comunidades. Galicia gana muy notablemente”.

A esto hay que añadir que Vigo es la base de una flota puntera integrada por el Ángeles Alvariño y su gemelo Ramón Margalef, que acaba de realizar una campaña historica en La Palma: “Conseguir que se desplace un buque de manera inmediata allí donde hace falta es muy difícil y el IEO lo hace desde Vigo. Pero aquí también están los primeros astilleros del mundo en construcción naval especializada en investigación marina, las empresas que dan soporte a los buques y los grandes espacios de almacenamiento de material oceanográfico. Son muchos factores que se podrían dar en cualquier otro sitio, pero que los tenemos aquí”.

En definitiva, el traslado de la sede del IEO sería mucho más que un reconocimiento a la labor del centro vigués: “Las medallas no son lo importante, hay que buscar la eficacia estatal. Y si analizo objetivamente todos estos factores sería bueno para lograr la eficacia que el Gobierno pretende para los organismos estatales”.

Una ciudad y una comunidad volcadas en la investigación marina

La importancia del mar en la economía y la idiosincrasia gallega es proporcional al volumen e impacto de su investigación en este ámbito. Y si la comunidad es una referencia a nivel nacional e internacional, Vigo, donde se concentran varias instituciones dedicadas a los estudios marinos, es la ciudad española con mayor volumen de expertos y de trabajos científicos.

Al Centro Oceanográfico y al Instituto de Investigaciones Marinas, que también lidera la producción científica en este ámbito dentro del CSIC, se une el trabajo desarrollado desde el Cetmar, uno de los tres centros de la Xunta dedicados a la investigación y la gestión de los recursos marinos, y también por los investigadores de la Universidad de Vigo.

Precisamente, la institución enarboló este potencial para impulsar la creación del Campus del Mar, que aúna a 6.000 investigadores gallegos y del norte de Portugal en el ámbito de las ciencias marinas. Y que tienen en la ETEA la posibilidad de contar con un recinto privilegiado y único en el mundo.

Vigo es también el primer puerto de Europa en pescado fresco y acoge las sedes de la Agencia Europea de Control de la Pesca y la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados. También organiza Conxemar, la gran feria de productos congelados que en su primera edición tras la pandemia acaba de reunir a casi 500 expositores de 26 países.

Y las bazas de Vigo no acaban aquí. Los buques del IEO se construyen en los astilleros vigueses de Freire y Armón, líderes mundiales en la fabricación de oceanográficos con las tecnologías más punteras, y una potente industria auxiliar que les da apoyo en sus campañas.


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