La noche del 8 de octubre la Tierra atravesará una corriente de polvo que proviene del cometa 21P/Giacobini-Zinner y el resultado será la lluvia de meteoros de las Dracónidas.

Los meteoros del cometa Giacobini-Zinner provienen de la constelación boreal Draco, el Dragón, de allí su nombre. Las Dracónidas están entre los meteoros más lentos de todos; golpean la atmósfera a 20 km/s, lo cual es relativamente lento. El ritmo lento de los meteoros Dracónidas los hace visualmente distintivos. "El suave deslizamiento de una Dracónida a través del cielo es una vista hermosa", dice en un comunicado Bill Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides de la NASA.

El punto radiante de la lluvia de meteoros casi coincide con la cabeza de la constelación del Dragón, en el cielo del norte, cerca de la constelación de la Osa Menor. No es necesario localizar esta constelación para ver las Dracónidas. Estos meteoros vuelan en todas direcciones a través del cielo estrellado. Además este año, la luna no será un problema para la observación, ya que estará el fase de luna nueva y su brillo no perjudicará la observación de las Dracónidas.