La velada inaugural del Mallorca Country Club, el pasado viernes, fue una noche en la que la música tuvo también su parte protagonista para deleitar la presencia de Alberto II de Mónaco. A la actuación del dúo formado por Jaime Anglada y Carolina Cerezuela se sumó la de un saxofonista que sorprendió a los asistentes con su traje repleto de luz, incluyendo su instrumento musical.

Cuando el músico terminó su número el príncipe monegasco se levantó para aplaudirle. El miembro de la realeza disfrutó de la noche y departió distendido tanto con los amigos que le acompañaban, entre ellos algún familiar, como con el matrimonio formado por Carolina Cerezuela y Carlos Moyá. El entrenador de Rafel Nadal siguió embelesado la actuación de su esposa y Anglada, que finalizó con la interpretación de Felicità, el famoso tema que popularizaron Al Bano y Romina Power y este dúo lanzo durante el verano.

Tras la llegada de los invitados —entre ellos Corinna Schumacher, las tenistas Sabine Lisicki y Anabel Medina, José María Vicens, presidente del Círculo de Economía, Alfonso Díaz, CEO de Negocio del Mallorca, y Pablo Ortells, su director deportivo, e Iago Negueruela, por parte del Govern— al exclusivo club calvianer, degustaron un cóctel de bienvenida. El menú de la cena fue obra de Maca de Castro, la chef mallorquina con una estrecha Michelin. Consistió en un entrante de bogavante al caviar con vinagreta, de plato principal, carrilleras de ternera al vino tinto con crema de espinacas y verduras salteadas y el postre, crême brûlée con crujiente de ensaimada y tarta de selva negra. Los vinos, Veritas Blanc Magnun 2019 y Veritas Vinyes Vells 2016 y las cervezas Estrella Damm y Rosa Blanca.

Pasada la media noche Alberto de Mónaco abandonó el club. Estaba previsto que ayer regresara a Mónaco en un jet privado.

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