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Los Reyes y sus hijas, unos peregrinos más en Lluc

Felipe VI, doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía visitaron ayer el santuario en Escorca y conmemoraron el décimo aniversario de la declaración de la Serra de Tramuntana

Los Reyes y sus hijas conocen el Santuario de Lluc en su primera aparición pública en Mallorca

Los Reyes y sus hijas conocen el Santuario de Lluc en su primera aparición pública en Mallorca Vanessa Sánchez / G. Bosch

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Los Reyes y sus hijas conocen el Santuario de Lluc en su primera aparición pública en Mallorca Vanessa Sánchez

Cuatro días, algo más de 96 horas, han tenido que pasar para poder captar la primera imagen de la Familia Real en sus vacaciones públicas en Mallorca. Desde que aterrizaron en la isla el sábado por la mañana, no había habido fotografía oficial de los reyes y sus hijas juntos. Se entiende mejor la emoción que ayer muchos de los habitantes del pequeño municipio de Escorca sentían al poder verlos de cerca, aunque fueran entre fuertes medidas de seguridad: se llegaron a controlar los accesos por carretera.

Lluc fue finalmente el escenario escogido para esta suerte de posado, que no lo es como tal, y que confirma que aquellas instantáneas en el Palacio de Marivent quedan ya para el recuerdo. Enmarcada el motivo de esta visita dentro de la celebración del décimo aniversario de la declaración como Patrimonio Mundial de la Unesco de la Serra de Tramuntana en su categoría de Paisaje Cultural, los reyes y sus hijas hicieron su primera parada en el Centro de Interpretación de la Serra Ca s’Amitger, que se levanta en una antigua casa de piedra tradicional del siglo XVI donde se daba cobijo a los agricultores del Santuario de Lluc. A sus puertas les esperaban una enorme comitiva encabezada por la presidenta del Govern, Francina Armengol; el presidente del Parlament, Vicenç Thomàs; la presidenta del Consell, Catalina Cladera, y la delegada del Gobierno, Aina Calvo, entre otros muchos más. Dentro, y gracias a las explicaciones de la directora de paraje natural, Susana Llobet, don Felipe, doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, pudieron llevarse una visión detallada de los valores paisajísticos, etnológicos, culturales y naturales que atesora la Serra.

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Los Reyes y sus hijas visitan Lluc G. Bosch

Tras contemplar algunos audiovisuales, la Familia Real volvió al exterior para dirigirse a pie hasta la Plaça dels Peregrins, donde se sitúa el Portal Mayor del Santuario de Lluc, centro espiritual por excelencia de Mallorca. Allí, rodeados por algunas de las esculturas que forman parte del proyecto Camí de Lluc, del artista Joan Bennàssar, fue donde recibieron los primeros vítores por parte de algunos ciudadanos y húespedes que esperaron pacientes a que los reyes les saludaran. Al grito de “¡Viva el Rey!”, el Jefe del Estado correspondió el cariño llevándose la mano al corazón. Siempre junto a él, la heredera Leonor, aprendiendo y atendiendo a todos los detalles, pero sin pronunciar palabra.

Tras las fotografías, accedieron al interior del santuario para llegar hasta la plaza del Bisbe Campis, donde fueron recibidos por el Obispo Sebastià Taltavull, el prior Marià Gastalver, el padre Antoni Burgera y el diácono, Antonio Moreno. Ya en la basílica se produjo uno de los momentos más emotivos del día. Unos cuarenta niños y niñas, de entre 6 y 16 años, que forman parte de la Escolanía de Lluc, la más antigua de Europa, les esperaban en el altar. Los blauets, nos contaron, habían renunciado a sus vacaciones para poder estar este día tan especial en el templo. Las madres de los pequeños, que aguardaban fuera en la plaza, estaban emocionadas. Dirigidos por Ricard Terrades, los blauets interpretaron en primer lugar la Salve Montserratina de J.A. Piqué, y después, A lluc té son trono de B. Torres y Pater Noster, de X. Sarasola.

«Para nosotros ha sido un privilegio poder recibir a los reyes y sus hijas en este santuario, que es el santuario de todos los mallorquines», contó el diácono Antonio Moreno. «Estamos siempre abiertos para todos aquellos que quieran orar, buscar tener un contacto más estrecho con la naturaleza o simplemente descansar. La Familia Real ha sido tratada de la misma manera que todos los que nos visitan. Han sido unos peregrinos más», subrayó. Se les regaló, como recuerdo por su visita, el libro de Jaume Falconer y Nadal Bernat, bajo el título de Llull, paraula-Lluc imatge, y ses mides de la Verge de Lluc para Leonor y Sofía.

Los Reyes ya están en Lluc

Los Reyes ya están en Lluc Vanessa Sánchez

Tras los cantos, que el rey Felipe VI describió a preguntas de DIARIO de MALLORCA como «magníficos», los monarcas, la princesa y la infanta recorrieron el camino del Misterio para contemplar en todo su esplendor la Vall d’Albarca. Fue en el mirador cuando el Jefe del Estado recordó la única vez que visitó el lugar. Fue en el año 1979 y, según explicó el alcalde del municipio, «Felipe lo recordaba más grande»; tan diferente lo encontró, que hasta la reina Letizia salió en su defensa de manera cariñosa: «Era muy niño, todo le parecía grande».

Y justo antes de llegar al Ayuntamiento se produjo la anécdota del día. El pequeño Sergio, de 3 años, le preguntaba a Felipe que dónde tenía la corona. En ese momento, el Rey se acercó a sus padres y les dijo: «Me lo preguntan mucho».

Ya en el consistorio, y tras firmar en el libro de honor recibieron un nuevo regalo: dos libros que recogen la historia del municipio, desde la conquista de Jaume I y una publicación sobre la exposición de Bennàsar.

Una hora y media después, despedida con aplausos para lo que fue una visita «muy esperada». «Se han llevado una muy buena impresión», dijo el alcalde.

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