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Ca Na Toneta presenta la colección de vinos 'Majorque Nouveau', pura esencia de la isla

La presentación coincide con el 25 aniversario de la creación de este restaurante de Caimari.

La presentación de los vinos de Ca Na Toneta.

El restaurante Ca Na Toneta presenta la colección de vinos Majorque Nouveau, compuesta por seis referencias procedentes de seis bodegas mallorquinas. La peculiaridad de esta serie se basa en que todos son vinos jóvenes (novells) y están elaborados con variedades autóctonas, con la mínima intervención del bodeguero.

La presentación se celebró este martes en el Estudi General Lul·lià y despertó el interés de restauradores y especialistas en vino, un evento que coincide con el 25 aniversario de la creación de esta casa de comidas. La idea de crear Majorque Nouveau nació el pasado mes de agosto cuando propusieron a 10 bodegas de la isla elaborar el vino joven que quisieran fruto de la añada de 2020, con el único requisito que fuera de variedad autóctona. “Hicimos una primera edición con 10 referencias y fue todo un éxito”, apuntan Maria y Teresa Solivellas. Las hermanas, propietarias del restaurante, explican que es un proyecto conjunto junto a las sumilleres Evelyn de las Alas y Gemma Puig, en el que han participado las bodegas de Can Majoral, Jaume de Puntiró, Can Verdura, Galmés i Ribot, Ca sa Padrina, Selva Vins, OM, Mesquida Mora, Soca-rel y Can Vidalet.

Se trata de ediciones limitadas. Cada vino está identificado con el nombre del elaborador y la parcela de donde procede la uva, cuyas cepas pueden tener de 5 hasta 40 años, explica Evelyn de las Alas. A finales del año pasado, se hizo una primera edición, que tuvo una gran acogida entre restauradores de Cataluña y Mallorca, así como particulares -explica la sumiller-, pero no pudo presentarse oficialmente en diciembre por el aumento de casos de covid. “Ahora, con el descenso de casos de coronavirus hemos querido presentar una segunda edición, en la que participan seis de las bodegas participantes inicialmente, ya que las otras cuatro han agotado las existencias del vino creado para la ocasión”.

Las hermanas Solivellas y las sumilleres, en el Estudi General Lul·lià.

Vino de calidad

La idea ha gustado mucho a los bodegueros participantes. Así lo expresaron Mireia Oliver y Bàrbara Mesquida, dels cellers Can Majoral y Mesquida-Mora respectivamente. Por su parte, el vinater Pere Calafat, de Jaume de Puntiró, destacó la libertad que les han dado para elaborar el vino. “Así como existen muchos distribuidores que venden vino sin mencionar la procedencia, aquí se hace bandera de todos y cada uno de los que hemos participado, como si fuera una obra de arte”. Por su parte, Carlos Rodríguez, de Selva Vins, apuntó que se trata de ediciones de vino limitadas, hechas con la mínima intervención, “son una apuesta arriesgada -añadió Elisabet Fuentes, de Can Vidalet- pero se ha conseguido crear un producto de calidad”.

Apostar por el vino mallorquín no es algo nuevo en Ca Na Toneta. De hecho, durante este cuarto siglo de vida han hecho bandera de su compromiso por recuperar el patrimonio agroalimentario de la isla y se han esmerado en dar visibilidad también a los vinos elaborados en Mallorca. Las hermanas Solivellas recuerdan que hace 20 años ya ofrecían una carta en la que el 90% de los vinos se elaboraban en la isla, algo insólito en la mayoría de establecimientos dedicados a la restauración.

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