Asunción Alonso no olvidará nunca la cena sorpresa que ayer le organizó su marido. Mientras ella estaba trabajando, él se dedicó a «ambientar la casa para la ocasión», víspera de San Valentín, y seguir paso a paso todas las indicaciones del chef Francesco Flavio Colucci. Antes de la pandemia, cocinaba en los domicilios y decoraba las mesas de quienes le pedían este servicio personalizado, pero con las restricciones ha tenido que buscar una alternativa para no quedarse sin trabajo. «Ahora no entro en las viviendas, aunque sí llevo hasta allí las bandejas con los platos y una explicación por escrito de los últimos toques que tienen que dar los clientes, como por ejemplo hornear a 180 grados tantos minutos», señala.

Y se le ocurrió aprovechar el Día de los Enamorados, hoy 14, que amplió a la Semana de San Valentín, para ofrecer un menú especial. «Como los restaurantes están cerrados, pensé que habría parejas que querrían celebrarlo en casa». Lo publicitó entre sus contactos, las redes sociales y su página web, y le han contratado una decena. Uno de ellos es el marido de Asun, Mariano Ugazio, que asegura que «tenía la intención de cocinar la cena sorpresa, porque siempre lo hace ella». Sin embargo, « cuando me llegó el anuncio de Francesco, vi que era la mejor idea, ya que sus platos son extraordinarios y a mi mujer le encantan».

Conocen al chef «por una cena con un grupo de amigos, todos muy sibaritas», pero no habían pensado en él para un ágape más íntimo. «En ocasiones anteriores, hemos celebrado San Valentín en un restaurante o un hotel rural. Este año no queda más remedio que quedarse en casa, donde ya pasamos casi todo el tiempo, por lo que había que tratar de hacer algo diferente». Mariano se puso de acuerdo con su suegra para que cuidase de los niños toda la noche y, tras decorar la mesa y arreglarse, sobre las ocho recibió el menú a domicilio de manos de Colucci. Solo una hora después llegaba Asunción.

"Reparto las bandejas con la comida y una explicación de los últimos toques que deben dar los clientes"

«Francesco es muy detallista con la presentación de los platos, cada ingrediente y su colocación es importante», destaca quien hizo fotos para que el autor viese el resultado final de su creación. Había elaboraciones con pétalos de rosa, «como la sopa de coliflor con Ras el Hanout y avellanas», especifica el chef, no solo con un fin decorativo, sino porque «las flores comestibles, las especias, el chocolate y las fresas son para el Día de los Enamorados», argumenta el cocinero al preguntarle por ingredientes afrodisiacos.

El menú también se componía de un entrante a elegir entre tosta toscana con puré de calabaza, queso feta, kale, semillas de girasol y cebolla morada encurtida; o polenta al horno con setas salteadas, espárragos trigueros y salsa romescu; otro entrante con la citada sopa con pétalos o una ensalada de bulgur con gambas rojas pochadas, verduras crujientes y limón en salmuera; un plato principal a escoger entre corvina en salsa de azafrán, brócolis salteados y almendras tostadas; o contramuslo de pollo campero con verduras de temporada, Dukkah y salsa de naranja. Y de postre, un cremoso de chocolate blanco, fresas de invierno y crumble de algarroba; o panacota con la afrodisiaca fruta de la pasión, compota de mango, galleta de almendras y menta.

Lidia Tucu y su marido, Leo Passano, disfrutarán hoy de estos platos para comer. «Adornaré la mesa, porque me encanta que esté bonita en ocasiones así, y me pondré un vestido, seguramente», explica quien espera expectante «una rosa y un regalito más, como siempre ocurre por San Valentín». Otros años salían «a cenar a un restaurante», pero el cierre de la hostelería en Mallorca les hizo plantearse como opción «pedir algo para llevar en cualquier sitio cerca de casa y así no tener que cocinar». Cuando Lidia recibió el mensaje del menú de Colucci, no se lo pensó dos veces. «Siempre había tenido curiosidad y ahora es el momento perfecto». No le importa cambiar el restaurante por la mesa de todos los días, ya que hoy «será diferente».

El desayuno del Horno Santo Cristo por San Valentín.

El desayuno del Horno Santo Cristo por San Valentín.

Menús y desayunos ‘take away’

El chef Miquel Gelabert, de Can March, entrega hoy en su restaurante los últimos menús de San Valentín. La mayoría de clientes, unas 30 parejas en total, acudieron ayer a recogerlos, ya que la noche del sábado les era más propicia para celebrarlo. El reconocido cocinero con base en Manacor no quiso quedarse de brazos cruzados en una fecha tan señalada para la hostelería como el Día de los Enamorados porque suponía que «mucha gente va a seguir haciendo algo especial, aunque los restaurantes tengan que estar cerrados».

La opción del take away caló entre sus «clientes habituales, parejas que otros años venían con amigos por San Valentín y gente nueva que vive en la zona». A todos ellos les ha preparado «un menú con producto local» y, aunque «no es afrodisiaco, es para disfrutar y que la gente esté contenta», concluye.

La misma idea han tenido otros muchos restauradores de toda Mallorca, entre ellos Santi Taura en Cor Barra i Taula, Jonay Hernández en La Vieja, ambos en Palma; Kiko Martorell en Can Boqueta (Sóller), Joan Marc en su restaurante del mismo nombre (Inca) y Rafa Sánchez, cuyo menú solo pueden degustar los huéspedes del hotel Maricel (Calvià).

Los hornos y pastelerías también aprovechan hoy para ofrecer sus productos en un formato especial, como cajas de desayuno individuales o dobles en el Horno Santo Cristo o los packs de regalo para una, dos o más personas de Lluís Pérez Pastisser, ya que se puede celebrar el amor por uno mismo, la pareja, la familia, los amigos y, por supuesto, por la gastronomía. Es lo que hacen los restauradores de la isla que continúan preparando delicias en estos tiempos de pandemia.