En un año complicado como el actual, dos restaurantes de Mallorca pueden presumir de haber conseguido una estrella Michelin. Se trata de Béns d’Avall, de Sóller, y Dins, en Palma.

El primero es la propuesta de la familia Vicens, con Benet y Catalina y su hijo Jaume a la cabeza. El restaurante empezó su trayectoria en 1971, de manera que durante su medio siglo de vida lucirán el ansiado galardón. Su exquisita propuesta se encuentra en uno de los espacios más bellos de la isla, homónimo de su restaurante, un balcón panorámico al mar que guarda la Serra de Tramuntana. Benet Vicens ha basado su recetario en la renovación de la cocina mallorquina, una labor que continúa su hijo, una propuesta a la que se suman sus aplaudidos arroces y fideuà, preparados en greixonera. Personalidades destacadas como Michelle Obama, James Costos o el músico Paul Simonon han saboreado sus platos, pero Benet Vicens apunta que el reconocimiento no cambiará su manera de ser: «Nos ha sorprendido y estamos muy contentos, pero no queremos que nuestros clientes crean que por tener este galardón vamos a cambiar y no queremos perder a nuestros clientes de siempre, los mallorquines que han sido vitales en un año como este». Vicens explica que hace un tiempo que volvieron a recuperar la carta, con cocina de verdad. Sobre la clave de su éxito remarcó que tienen una trayectoria sólida, con unas ideas claras, que respeta el producto y con una línea propia. También remarcó el trabajo de su mujer, Catalina Cifre, y un equipo con personas que hace tiempo que trabajan con ellos.

Un restaurante con medio siglo de vida

Vicens también remarcó la alegría de su madre, Catalina Mayol, de 85 años, al conocer la noticia. Ella partió de Mallorca con un año y medio y vivió en Francia. «Allí, mis abuelos abrieron el restaurante Mayol, en la ciudad de Beaune. Para ella, a sus 85 años, es toda una ilusión este reconocimiento». Después, volvió a la isla y junto a su marido, Benet, abrieron el bar San Remo, en la calle Eusebi Estada de Palma. «Mi padre había conservado una pequeña parcela de Béns d’Avall, donde mis abuelos habían sido payeses, y ante la inauguración de la urbanización y buscando un trabajo sin tener que coger tanta carretera (ya que vivían en Sóller), apostaron por dejar el bar de Palma y abrir aquí su propio restaurante. Fue un 29 de junio y desde el primer día fue un éxito», comenta Vicens.

El chef Santi Taura, en Dins.

Una estrella deseada

La otra sorpresa de la noche ha sido el chef Santi Taura. El llosetí ha conseguido la anhelada estrella Michelin después de su apertura en Palma el mes de septiembre de 2019.

Según ha podido saber Diario de Mallorca, el inspector de la guía destacó el nivel del cocinero mallorquín y el del restaurante solleric. Según apuntan voces del sector, el traslado de Taura a la capital balear se debió a una alianza con un empresario europeo que le ofreció ser el emblema gastronómico de su hotel de lujo, situado en sa Calatrava, bautizado como El Llorenç del Parc de la Mar, un negocio al que se le une el restaurante Cor, que destaca por una cocina más informal con el variat y con las tapas como propuestas estrella. Taura ya se centró en su nuevo proyecto mucho antes de su traslado e incluso confeccionó gran parte de la vajilla de Dins.

Bib Gourmand en Selva y Sóller

Otras novedades de la gala han sido las distinciones Bib Gourmand, que la guía otorga para distinguir una excelente relación calidad-precio. Se estrenan en esta categoría los restaurantes Miceli y Can Boqueta. El primero se encuentra en Selva, con la chef Margalida Coll al frente; y el segundo, se sitúa en Sóller, con el inquer Kiko Martorell, comandando los fogones.

También ha habido una distinción especial para el restaurante Andreu Genestra de Capdepera, situado en el hotel Son Jaumell. Como destacaron GwendalPoullennec, director de Michelin Internacional, y Mª Paz Robina, directora de la Michelin en España y Portugal, la guía apuesta por la sostenibilidad, y por ello, han querido distinguir el trabajo que el cocinero de Inca lleva a cabo en su restaurante homónimo, con huerto propio y con una clara apuesta respetuosa con el entorno.