-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Teme que Bauzá se querelle por su ´Sicília sense morts´?"
-No creo que Bauzá tenga tan poco sentido común. El president José Antonio Bergas se le parece un poco, como a tantos otros.
-¿Qué piensa del Bauzá de no ficción?
-Ha sido un hombre nefasto para nuestra comunidad. Bauzá se ha dedicado con mucho entusiasmo a desfigurar el país, también moralmente.
-Dice usted que "ha sido", pero Bauzá aspira a seguir.
-Hasta ahora "ha sido", y será nefasto mientras pueda. En la oposición trabajará en el mismo sentido, como ejemplo de autoodio y de sumisión a las directrices de Faes.
-Una novela sobre un presidente americano negro no dejaría mucho espacio a elucubraciones.
-Los personajes te arrastran y, si en la página 50 son como habías imaginado, tienes que abandonar. La escritura les pone carne y entendimiento. Al escribir Sicília sense morts solo me frenaba la magnitud de la tragedia. Tuve que rebajar la realidad para que la novela fuera más verosímil.
-Entonces, ¿quién es el president corrupto José Antonio Bergas?
-Maurici Serrahima quiso conocerme tras leer una de mis novelas. Me dio un consejo: "No construyas nunca un personaje a partir de una persona, hazlo como mínimo a partir de cuatro o cinco".
-Al margen de la autoría de la expresión, se necesitan narices para titular un libro ´Sicília sense morts´.
-Cuando llegas a viejo, te haces irresponsable. Se nos contagia un punto de infantilismo, y no sabemos calibrar la corrección de nuestros actos. Pensaba titular La noia de l´Est, pero mi editora me dijo que este título la encuadraría como una novela de John LeCarré.
-Si Mallorca es Sicilia, ¿quién es el Padrino?
-No veo una figura definida, estaría repartido entre una serie de empresarios y hoteleros.
-¿Ejercen de padrinos?
-Claro que ejercen, o no tendríamos corrupción y habríamos inventado el reloj de cuco. Aunque tampoco hemos creado un Botticelli.
-Calle, que ya fue usted bastante duro con Miquel Barceló en su anterior novela, ´L´adéu al Mestre´.
-No creo que fuera duro. Barceló no es culpable de que su figura fenomenal alterara el panorama. Es el último pintor que ha triunfado, hoy se sienten frustrados si a los treinta años no tienen una finca y un todoterreno.
-¿Palma es la mejor ciudad del mundo para vivir?
-Esto es de chiste macabro, no sé adónde llevaron a quien lo escribió. Palma es ruidosa y sucia, los gobiernos municipales solo cuidan las zonas de los ricos y los turistas.
-Bebió.
-En un momento dado calculé que había bebido más de lo que me tocaba para toda la vida, y quise dejar un poco para los demás. Fue sencillísimo, me costó mucho más hacer lo mismo con el tabaco. No es cierto que la vida se haga aburrida sin alcohol, la lucidez tiene su morbo.
-¿Estamos peor gobernados que Cataluña?
-Sin duda. En Cataluña tienen corruptos, pero también hay una idea de país y las cosas tienen sentido. Saben adónde van, y cuentan con una sociedad civil que aquí es precaria. Nuestros gobernantes no consultan, y contratan a Isabel San Sebastián para hablar sobre Ramon Llull. El anticatalanismo visceral tiene mucho de complejo de inferioridad.
-Para ustedes los nacionalistas, Munar no es lo mismo que Matas.
-No es lo mismo, porque Munar llega un momento en que se debió vincular más al mandato de la sociedad, y Matas era el mayoral de Madrid. Tampoco consideraría nacionalista a Munar. Practicó un regionalismo que no estaba en condiciones higiénicas de construir.
-¿Sufrió abusos sexuales como joven seminarista?
-No, pero los vi cometer, fui consciente de lo que pasaba y lo expliqué en Tirannosaurus. No sé si me hubiera atrevido a denunciarlo, el poder intimidatorio de la Iglesia era entonces absoluto.
-En su novela también aparecen las célebres grabaciones con las deudas del president.
-Me hizo gracia la historia grotesca de un señor que vendía cintas del president por las redacciones. Este elemento fue el impulso para escribir la novela.
-"Tanta sort que aquest país encara no ha après a votar", se felicita su president al final de la novela.
-Ahora lo veremos. Soy reacio a hacer pronósticos, pero mi pequeña biblia es el Allegro ma non troppo de Cipolla, donde explica su teoría de la estupidez. A los tontos nos los ves venir ni puedes contrastarlos, porque cometen estupideces aunque salgan perjudicados.
-¿Un libro sirve para algo?
-A mí me sirven los libros que leo, no me puedo explicar sin ellos.
