­El Consell de Mallorca ha iniciado el proceso de restauración del conjunto escultórico del Belén de Jesús del siglo XV de la iglesia de la Sang de Palma, considerado por los expertos como el primer belén español. Además, se trata del belén completo y en uso más antiguo del ámbito cristiano.

La presidenta del Consell, María Salom, solicitó la colaboración al Instituto del Patrimonio Cultural de España y esta semana una restauradora se ha trasladado a la isla para hacer un primer análisis del estado del conjunto escultórico.

La decisión de restaurar el belén se adoptó en la última reunión de la comisión mixta del Obispado de Mallorca y el Consell de Mallorca, cuyo propósito es la protección del patrimonio cultural eclesiástico.

En su visita, la restauradora ha estado acompañada por restauradores del Consell de Mallorca, el rector de la Sang, mossèn Lluc Riera, y el secretario técnico de Presidencia, Miguel Barceló.

El Belén de Jesús ocupa, desde el año 1843, una capilla a la entrada de la iglesia de la Sang. El traslado desde el convento franciscano se hizo a iniciativa de los diputados provinciales en el contexto de la amortización.

En 2003, el Consell de Mallorca lo declaró bien de interés cultural (BIC) ya que se trata de uno de los bienes más relevantes del patrimonio histórico de Balears.

Ese mismo año se declaró también BIC el belén monumental del monasterio de la Purísima Concepción de Palma (siglos XVII-XIX) y el belén napolitano del Palau March (siglo XVIII).

El Belén de Jesús de la Sang es el testimonio más primitivo del que se tiene noticia de la introducción de este tipo de devoción en Balears. A su valor artístico hay que añadir el hecho de que ha marcado la tradición posterior de los belenes de Mallorca y el resto de islas.

Su influencia en el ámbito territorial balear se evidencia a partir del siglo XVI y especialmente a partir del siglo XVII. Muchos belenes conventuales y parroquiales siguieron este modelo y surgieron reproducciones del mismo en la pintura.

En la actualidad está constituido por 23 piezas de cuerpo entero, además de cinco ángeles y una paloma que se integran a la cueva. Las figuras más representativas, la Virgen María y San José, habrían sido cortadas en 1840 y se considera que su procedencia es italiana, probablemente de Nápoles.

El estado actual de conservación de las piezas del belén, así como de la capilla donde se encuentra, es deficiente. Por ello, por primera vez, el Consell de Mallorca decidió emprender el proyecto de restauración del valioso conjunto escultórico en colaboración con el obispado.