Dos sociedades españolas de médicos y una farmacéutica, que agrupan a más de 25.000 profesionales, piden la dispensación sin receta de la píldora anticonceptiva de solo gestágenos, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Anticoncepción.

Así se ha hecho público por la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que han presentado un documento de consenso que busca repercusión tanto a nivel sanitario como social.

«Lo relevante no es si necesita receta o no, sino dejar de considerar la anticoncepción como una patología, es un derecho que tiene la mujer para planificar su vida reproductiva», ha puntualizado el coordinador del posicionamiento y vicepresidente segundo de SEFAC, Eduardo Satué.

Es por ello que el objetivo es apoyar el empoderamiento de la mujer para decidir sobre la planificación familiar a través de la píldora de solo gestágenos porque, según se desprende el posicionamiento de estas sociedades, es un medicamento con perfil de seguridad adecuado.

«Son medicamentos muy seguros pero su éxito es que se tomen cada día, si no se toma cada día están en riesgo de tener un embarazo no deseado», ha recordado la miembro del Grupo de Salud de la Mujer de SEFAC, Neus Caelles, en un contexto en el que en España casi una de cada cuatro mujeres, el 23 %, está en riesgo de tener un embarazo no planificado, según información de la Sociedad Española de Contracepción.

Además, esta decisión aliviaría la sobrecarga asistencia en las consultas de atención primaria, recuerda esta iniciativa, que atribuye una mejora de planificación familiar a las mujeres menores de edad, que viven en zonas rurales o con un bajo nivel de estudio.

La tasa de interrupciones voluntarias del embarazo en España fue de 10,3 % por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años, es decir, más de 88.000 solo en 2020, tal y como muestran los últimos datos del Ministerio de Sanidad.

Este modelo pretende ser un «paradigma del futuro» para evitar que haya una barrera de acceso: las cifras que se manejan son que el 26 % de las mujeres han tenido que dejar de tomar la píldora en algún momento por no poder acudir a la consulta médica a por la receta.