Más de la mitad de los consumidores españoles (un 58 %) ha reducido su consumo de carne roja mientras que casi la cuarta parte (el 24 %) la ha abandonado completamente en los últimos cinco años aduciendo razones medioambientales, de bienestar animal o de salud.

Así lo revela un estudio sobre el consumo de carne y actitudes hacia las proteínas sostenibles elaborado en varios países europeos (España, Alemania, Italia y Francia) por el instituto de investigación francés OpinionWay para la ong The Good Food Institute (GFI).

De los datos recopilados por este informe se deduce que Alemania es el país más preocupado por el medio ambiente, ya que un 39 % de sus ciudadanos redujeron el consumo de carne roja por este motivo, mientras que España e Italia ponen por delante los motivos de salud y Francia, los económicos.

La mayoría de los españoles encuestados cree que debería reducirse la producción y el consumo de carne (64%) y explorar otras opciones (66 %) como la carne de origen vegetal -elaborada sobre todo a base de soja- y la carne cultivada -generada en laboratorio de manera sintética a partir de células madre obtenidas de músculos animales que crecen en fermentadores artificiales-.

Carne de origen vegetal

En relación a la carne de origen vegetal, casi la mitad de los españoles (47 %) asegura comerla todos los meses al menos una vez y cerca de un cuarto de los encuestados (24 %) ha expresado su pretensión de incrementar este consumo en los próximos años, junto con el de carne blanca y pescado. Respecto a la carne cultivada, España es el país donde más consumidores dicen haber escuchado hablar sobre ella (45 %) aunque paradójicamente también es donde menos reconocen saber acerca del tema, con apenas un 19% que saben en qué consiste.

El estudio concluye que existe un «mercado potencial significativo» para las carnes vegetales y cultivadas tanto en Alemania como en Italia y España.

En este último caso, un 65 % de españoles asegura que está dispuesto a comprar estos productos si están disponibles en el mercado. Finalmente, una proporción elevada de españoles (68 %) está de acuerdo con la posibilidad de que las autoridades públicas actúen de manera activa para apoyar la producción de carne cultivada, seguidos por los italianos (58 %) y los alemanes (56 %).