Cada 7 de junio se celebra el Día Mundial de Concienciación ("concientización" en latino) del Síndrome de Tourette desde hace ya 15 años.

Esta celebración pretende resaltar la importancia de promover la investigación y así encontrar nuevos caminos para afrontar de la mejor forma esta rara enfermedad.

Por otra parte, el trastorno recibe su nombre del doctor Georges Gilles de la Tourette, neurólogo pionero francés que en 1885 describió por primera vez la afección.

¿Qué es el Síndrome de Tourette?

El síndrome de Gilles de la Tourette es un trastorno caracterizado por movimientos repetitivos o sonidos indeseados (tics) que no se pueden controlar con facilidad y que trata el especialista en neurología

Por ejemplo, la persona afectada puede, de forma repetida:

  • Parpadear
  • Encoger los hombros
  • Emitir sonidos raros
  • Lanzar palabras ofensivas...

Estos tics involuntarios también pueden involucrar a todo el cuerpo, provocando que el paciente de patadas y pisotones, por ejemplo.

  • En general, los tics se presentan entre los 2 y los 15 años.
  • Los hombres tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades que las mujeres de desarrollar este síndrome.
  • El síndrome de Gilles de la Tourette no tiene cura, aunque se puede tratar.
  • Y además, los tics suelen disminuir o controlarse después de los diez años.

Síndrome de Tourette, la enfermedad de los tics involuntarios Foto de Alexander Krivitskiy: https://www.pexels.com/

Síntomas

Los tics, los movimientos o los sonidos repentinos, breves e intermitentes son el signo distintivo del síndrome de Tourette.

  • Los síntomas pueden variar de leves a graves e interferir significativamente con la comunicación, la rutina cotidiana y la calidad de vida del paciente.

Los tics, según cuántas partes del cuerpo involucren, se clasifican en:

  • Tics simples: Son tics repentinos, breves y repetitivos que implican un número limitado de grupos musculares.
  • Tics complejos: Son patrones de movimientos diferentes y coordinados que involucran varios grupos musculares.

Según la forma de emisión se consideran:

  • Tics motores: Los más comunes son el parpadeo de ojos, sacudir la cabeza, encoger los hombros, mover la boca, repetir movimientos observados o hacer gestos obscenos, entre otros.
  • Tics vocales: Los más habituales consisten en resoplar, toser, carraspear, usar palabras vulgares o repetir frases, por ejemplo.

Impulso premonitorio

Además, estos tics pueden variar en tipo, frecuencia y gravedad.

  • Empeoran si los pacientes están enfermos, estresados, ansiosos, cansados o emocionados.

Asimismo, cambian con el tiempo:

  • Empeoran en la adolescencia temprana y mejoran durante la transición a la edad adulta.

Antes de la aparición de los tics motores o vocales, es probable que se experimente una sensación corporal incómoda (impulso premonitorio) como picazón, cosquilleo o tensión.

Cuando aparece el tic, se siente alivio.

Con gran esfuerzo, algunas personas con síndrome de Tourette pueden aprender a detener o contener sus tics.

Los tics involuntarios pueden ser síndrome de Tourette Foto de Brooke Cagle en Unsplash

Tratamiento

La mayoría de las veces, los tics son leves y no se requiere tratamiento. En todos los casos, es esencial educar y brindar el apoyo adecuado al paciente en todos los entornos.

Cuando los tics se vuelven problemáticos o interfieren con el funcionamiento diario, se puede considerar el tratamiento conductual o la medicación.

Debido a que cada paciente es único, el individuo o la familia deben trabajar con un médico para determinar un plan de tratamiento apropiado.

Es posible que se necesite algo de tiempo y paciencia para determinar el enfoque más eficaz. Por lo general, es mejor comenzar con un tratamiento eficaz que probablemente no cause efectos secundarios.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo del Síndrome de Tourette, tal y como los clasifican los neurólogos, son los siguientes:

  • Antecedentes familiares. Tener antecedentes familiares del Síndrome de Tourette o de otros trastornos de tics puede aumentar el riesgo.
  • Sexo. Los hombres tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades que las mujeres de desarrollar el síndrome.

tic 7ash Foto de Denis Agati en Unsplash

Complicaciones

A menudo, las personas con síndrome de Tourette llevan vidas sanas y activas. Sin embargo, este síndrome involucra desafíos sociales que pueden afectar a la autoestima.

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Entre las enfermedades que suelen asociarse con el Síndrome de Tourette se incluyen las siguientes:

  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
  • Trastorno del espectro autista.
  • Dificultades de aprendizaje.
  • Trastornos del sueño.
  • Depresión.
  • Trastornos de ansiedad.
  • Dolor relacionado con tics, especialmente dolores de cabeza.
  • Problemas con el manejo de la ira.