La llegada de la primavera trae consigo una amplia gama de frutas y verduras en su punto óptimo para el consumo. Entre las opciones frutales se encuentran las jugosas fresas, frambuesas, exótico mango, suculento aguacate y diversos cítricos. Asimismo, este periodo es ideal para disfrutar de verduras como la alcachofa, guisantes y pimientos.

Estos alimentos son perfectos para incorporar en nuestras recetas, permitiéndonos saborear sus exquisitos matices a un precio asequible. Además, optar por productos locales no solo beneficia al medio ambiente y apoya el comercio cercano, sino que también garantiza que la comida esté en su máximo esplendor.

Hay otra razón de peso para consumir estos alimentos de temporada: durante esta época, es especialmente importante fortalecer nuestras defensas para combatir la astenia primaveral. Por ello, es fundamental incrementar el consumo de alimentos antioxidantes y ricos en vitamina C1.

Entre los populares 'superalimentos' de primavera, destacan los espárragos, una verdura cargada de vitaminas A, C, E, K y B6, así como minerales como calcio, cobre, hierro, ácido fólico, proteínas y fibra. Gracias a su contenido de vitamina B6 y folato, los espárragos también se consideran un estimulante del estado de ánimo.

Otra joya primaveral es la alcachofa, que destaca por ser una excelente fuente de fibra dietética, ácido fólico y vitaminas C y K, además de numerosos fitonutrientes. Las alcachofas y su extracto de hoja han demostrado ser beneficiosos para reducir los niveles de colesterol y mejorar la salud digestiva y hepática, además de contener antioxidantes que combaten el cáncer.

Las semillas de chía son otro superalimento popular, repletas de antioxidantes beneficiosos, ácidos grasos omega-3, calcio y otros minerales y vitaminas. Tan solo una onza (aproximadamente dos cucharadas) de semillas de chía contiene alrededor de 4 gramos de proteína y 11 gramos de fibra.

La categoría de superalimentos engloba aquellos productos vegetales que se destacan por su alto contenido de nutrientes y antioxidantes, asociados a un menor riesgo de desarrollar enfermedades complejas, crónicas o degenerativas.