La mononucleosis, también conocida como 'enfermedad del beso', es una infección viral comúnmente causada por el virus de Epstein-Barr (VEB). Aunque la mayoría de las personas se recuperan sin complicaciones, los síntomas pueden ser molestos y prolongados.

Aunque la mononucleosis es una enfermedad común y generalmente no es grave, puede causar complicaciones en algunos casos, como inflamación del hígado, el bazo y otros órganos.

La enfermedad del beso afecta sobre todo a adolescentes y adultos jóvenes. De hecho, es muy común en personas de entre 15 y 25 años de edad.

¿Qué causa la mononucleosis?

La mononucleosis es una infección viral que afecta el sistema linfático, el hígado y el bazo. La enfermedad es causada por el virus de Epstein-Barr (VEB), aunque también puede ser causada por otros virus, como el virus de la gripe o el citomegalovirus (CMV). El virus se transmite a través de la saliva y se considera comúnmente una enfermedad del beso, aunque también se puede contagiar a través del contacto con objetos contaminados por saliva, como utensilios para comer.

Síntomas

Los síntomas comunes incluyen fiebre, dolor de garganta, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular y pérdida de apetito.

Además, algunas personas también pueden experimentar inflamación de los ganglios linfáticos, amígdalas inflamadas con manchas blancas en ellas, hinchazón de la glándula del cuello y erupción cutánea.

En la mayoría de los casos, los síntomas de la mononucleosis desaparecen después de varias semanas, pero algunas personas pueden sentir fatiga durante varios meses después de la infección. Es importante consultar a un médico si se experimentan síntomas de mononucleosis o si se sospecha que se ha estado expuesto al virus.

Cómo se contagia

La mononucleosis se transmite a través de la saliva y se considera comúnmente una enfermedad del beso. La enfermedad también se puede contagiar a través del contacto con objetos contaminados por saliva, como utensilios para comer. Es importante evitar compartir objetos personales, como cepillos de dientes y toallas, para reducir el riesgo de contagio.